El IVAM refleja en 300 obras la innovación continua de Schwitters

La muestra procede del Centro Georges Pompidou de París

Procedente del Centro Georges Pompidou, de París, donde pudo verse hasta el 20 de febrero, la gran retrospectiva sobre Kurt Schwitters, un artista completo e inclasificable, se expone desde ayer en el Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM). Figurativo, dadaísta, constructivista, expresionista, escritor, pintor, escultor..., cualquiera de las clasificaciones se queda corta al alemán Schwitters, un creador del que se exponen 300 obras en un itinerario que va de 1910 a 1947 y que rescata el perfil de un "artista total".

Lo definió muy bien José Francisco Yvars, director del IVAM, al p...

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Procedente del Centro Georges Pompidou, de París, donde pudo verse hasta el 20 de febrero, la gran retrospectiva sobre Kurt Schwitters, un artista completo e inclasificable, se expone desde ayer en el Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM). Figurativo, dadaísta, constructivista, expresionista, escritor, pintor, escultor..., cualquiera de las clasificaciones se queda corta al alemán Schwitters, un creador del que se exponen 300 obras en un itinerario que va de 1910 a 1947 y que rescata el perfil de un "artista total".

Lo definió muy bien José Francisco Yvars, director del IVAM, al presentar ayer la exposición. Schwitters fue un "artista totalizador y absolutamente rompe dor, con oficio y modos de la vanguardia de su época".Inventor de una peculiar forma del collage abstracto, Schwitters reivindicó siempre la pasión y la concepción del arte como una actividad que no tiene tanto que ver con el progreso como con el impulso creador y la permanente innovación.

Uno de los comisarios de la muestra, Serge Lemoine, precisó que la retrospectiva supera la visión de Schwitters como un autor que culminó su aportación innovadora tras el final de su conflictiva relación con el dadaísmo, a inicios de los años veinte. Lemoine afirmó: "Son muchos años los que hay entre ese momento y la fecha de la muerte de Schwitters, en 1948". Ese periodo, ampliamente representado en la exposición, revela a un artista de una actividad y originalidad enormes, que debe ser considerado entre los grandes renovadores de su tiempo.

El periodo anterior al dadaísmo, su época directamente dadaísta, su periodo constructivista y la época de su exilio en Noruega y el Reino Unido, tras el acceso al poder de los nazis, conforman la exposición, en la que, según Didier Semin, el otro comisario de la muestra, hay tres elementos a destacar: el deseo pedagógico, que se plasma en un taller organizado en colaboración con la Escuela de Artes y Oficios, la reconstrucción del Merzbau, una arquitectura elaborada en formas geométricas siempre cambiantes que fue destruida en 1944 en un bombardeo y que sintetiza las concepciones de Schwitters, y la pintura figurativa, que. el artista compatibilizó con otras expresiones de vanguardia. También incluye la muestra los interesantes trabajos tipográficos y las revistas Merz que Schwitters elaboró a partir de su idea totalizadora del arte.

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