Un coleccionista dio a los chinos la posibilidad de hallar ADN de dinosaurio

Los datos se compararon con los de los bancos genéticos europeos y americanos

El huevo analizado por científicos chinos que aseguran haber extraído de él ADN de dinosaurio se consiguió gracias a un coleccionista. La pieza se analizó por primera vez en octubre de 1993 y la investiga ción se completó con la comparación de las secuencias de ADN ha Hadas con la de todos los genes de los bancos de datos europeos y norteamericanos. Son nuevos datos sobre un hallazgo cuya veracidad sólo respalda la comunidad científica china.

El rotativo China Daily calificaba ayer, sin embargo, el resultado de la investigación como "uno de los descubrimientos científicos más imp...

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El huevo analizado por científicos chinos que aseguran haber extraído de él ADN de dinosaurio se consiguió gracias a un coleccionista. La pieza se analizó por primera vez en octubre de 1993 y la investiga ción se completó con la comparación de las secuencias de ADN ha Hadas con la de todos los genes de los bancos de datos europeos y norteamericanos. Son nuevos datos sobre un hallazgo cuya veracidad sólo respalda la comunidad científica china.

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El rotativo China Daily calificaba ayer, sin embargo, el resultado de la investigación como "uno de los descubrimientos científicos más importantes del Tundo de la paleontología". La cascara del huevo dejaba ver en su interior restos de fibras orgánicas preservadas a lo largo de más de: 70 millones años. El aislamiento del ADN (ácido desoxirribonucleico) no proporciona la posibilidad de clonar ningún ejemplar, pero el conocimiento del mensaje genético arrojará importantes datos sobre fisiología y razones de su extinción, hace unos cien millones de años.El huevo se analizó por primera vez en una exposición en octubre de 1993 por Zhang Yun, biólogo de 57 años. El análisis al microscopio electrónico y la comparación con otras muestras procedentes de China y de otros países demuestra que la cáscara presenta una microestructura muy similar a la del "dinosaurio de pico de pato" descrito por científicos americanos. El interior de la cáscara, recubierta por una fina capa de calcita cristalizada, ha preservado las fibras, de una consistencia similar a la de la lana, del contacto con el oxígeno, lo que habría provocado la destrucción biomolecular.

Zhang, tras el aislamiento de cinco tipos de aminoácidos, emprendió la búsqueda de restos de ADN a través de la colaboración con Chen Zhangliang, decano del Colegio Universitario de Ciencias Naturales de la prestigiosa Universidad de Pekín.

Debido a la posible contaminación de los materiales tras la manipulación humana, tres equipos diferentes de investigadores emprendieron la búsqueda y comparación de estas secuencias de ADN con la de otros genes recogidos en bancos de datos europeos y norteamericanos. El análisis de las secuencias demostró una gran similitud con la de un insecto de más de 130 millones de años de antigüedad encontrado en Líbano por científicos de Esta dos Unidos. Por orden, muestran alta homología con los fragmentos de ADN de los anfibios, reptiles, pájaros y seres humanos, pero no con la de bacterias y hongos.

Los hallazgos de restos paleontológicos en China, con excepción de la provincia de Fujian, son numerosos. El reciente descubrimiento de huevos de dinosaurio en la provincia de Cantón, al sur del país, cuya cáscara presentaba un engrosamiento de cuatro a tres milímetros según las zonas, podría aclarar el misterio de la extinción de las especies hace cien millones de años.

Los huevos, que datan de la misma época, presentan muestras de lo que podría ser la enfermedad causante de su desaparición. Según Zhao Zikui, paleontólogo de la Academia de las Ciencias de China, este engrosamiento de las paredes de los huevos podría significar un desequilibrio alimentario. La contaminación producida por los cambios de clima tendentes a la desertificación podría haber producido este desequilibrio, provocando anomalías en el ciclo reproductor de la especie.

El huevo que ha posibilitado el supuesto hallazgo chino. procedía de Xixia, localidad de la provincia de Henan, en la China central. La comunicación del hallazgo es oficial por parte de la Universidad de Pekín y de las autoridades chinas en general, lo que choca con el funcionamiento occidental, que siempre se da a conocer a través de una publicación prestigiosa avalada por la comunidad científica.

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