Crítica:TEATRO

Doble fondo

Un viejo actor que agoniza y recuerda: es una situación clásica del teatro. En este caso, es un actor cómico que sólo ha interpretado el Ciutti de Don Juan Tenorio: el texto de Alonso de Santos recoge algunas de las antiguas anécdotas de esta obra, que llegaron en otros tiempos a publicarse en libros.Como se recuerda en la obra, el Tenorio llegó a representarse al mismo tiempo en seis teatros de Madrid y en 40 de toda España. Pero también hay un desdoblamiento del actor, una reflexión sobre el teatro en sí; lo hace funcionar Rafael Álvarez, El Brujo, quien, precisam...

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Un viejo actor que agoniza y recuerda: es una situación clásica del teatro. En este caso, es un actor cómico que sólo ha interpretado el Ciutti de Don Juan Tenorio: el texto de Alonso de Santos recoge algunas de las antiguas anécdotas de esta obra, que llegaron en otros tiempos a publicarse en libros.Como se recuerda en la obra, el Tenorio llegó a representarse al mismo tiempo en seis teatros de Madrid y en 40 de toda España. Pero también hay un desdoblamiento del actor, una reflexión sobre el teatro en sí; lo hace funcionar Rafael Álvarez, El Brujo, quien, precisamente por su singularidad y sus peculiaridades, puede hacer ver siempre un doble fondo en lo que representa, en lo que vive y en lo que cuenta: en el personaje y en él mismo. En sus descansos, donde sigue en escena y baja al patio de butacas y habla de todo y hasta rifa un jamón, anécdota también de los viejos tiempos del teatro. La obra transcurre en una continua carcajada. El arte de este actor y la gracia de Alonso de Santos lo consiguen con facilidad.

La sombra del Tenorio

De José Luis Alonso de Santos. Intérprete: Rafael Álvarez, El Brujo. Dirección de Rafael Álvarez. Teatro María Guerrero, 9 de febrero de 1995.

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