Predicar con el ejemplo

Empezaron intercambiando cartas y acabaron embarcando a su ayuntamiento en la construcción de un mercado. Los niños del colegio Isidro Martí, de Esplugas de Llobregat (Barcelona), aprendieron la palabra solidaridad dando trigo. Son un buen ejemplo del objetivo que persigue el movimiento de Escuelas Asociadas de la Unesco.Pilar Ferrás es profesora del citado centro y coordinó el proyecto. A sus manos llego la petición de cooperación de una comunidad de refugiados salvadoreños que regresaba a su país tras diez años de exilio, y que decidió fundar una comunidad con el nombre de Segundo Montes, un...

Empezaron intercambiando cartas y acabaron embarcando a su ayuntamiento en la construcción de un mercado. Los niños del colegio Isidro Martí, de Esplugas de Llobregat (Barcelona), aprendieron la palabra solidaridad dando trigo. Son un buen ejemplo del objetivo que persigue el movimiento de Escuelas Asociadas de la Unesco.Pilar Ferrás es profesora del citado centro y coordinó el proyecto. A sus manos llego la petición de cooperación de una comunidad de refugiados salvadoreños que regresaba a su país tras diez años de exilio, y que decidió fundar una comunidad con el nombre de Segundo Montes, uno de los jesuitas españoles asesinados en 1988 en San Salvador.

"Sobre todo ha servido para que los niños aprendan que existe otro mundo, otras gentes, y el sentido de la solidaridad", relata Ferrás. La experiencia comenzó con el intercambio de cartas ("los niños salvadoreños no tenían ni escuela", recuerá la profesora) y acabaron sacándole al Ayuntamiento de Esplugas cinco millones de pesetas para construir un mercado en aquel país.

Unas 3.000 Escuelas en todo el mundo, 92 en España, forman parte del movimiento de Escuelas Asociadas de la Unesco, que persigue "poner en práctica las recomendaciones de esta organización internacional sobre educación para la paz y los derechos humanos", según su coordinador en España, Miquel Martí (Centro Unesco de Cataluña. Mallorca, 285. 08037 Barcelona).

El movimiento nació en 1953 y apuesta por la inclusión de este tipo de educación como un eje transversal en todas las materias, tal y como ha legalizado la reforma educativa española. Las escuelas que quieren asociarse deben presentar un proyecto para dos años, aunque la Unesco no busca aumentar en demasía el número de sus escuelas, sino que sirvan de modelo, de ejemplo.

"Pertenecer al movimiento es útil sobre todo por la red de contactos y la posibilidad de intercambiar experiencias que facilita", dice Ferrás. En cuanto a la reforma educativa, sus efectos en este ámbito "están aún por comprobar", añade, "pero de momento nos da un marco legal para el trabajo que ya muchos estábamos haciendo".