Cuba denuncia el secuestro de un buque de la Marina

La desembocadura del río Almendares de La Habana se ha convertido en una pequeña agencia de viajes. Varias familias amanecieron el martes en la Puntilla con la esperanza de que alguna embarcación se pegase a la costa para recoger gente y apuntarse al viaje, como ya ocurrió el domingo y el lunes. Sólo del pequeño puerto deportivo del río Almendares tres barcos se han ido a Miami en menos de 36 horas sin ser detenidos por la policía ni por los guardafronteras que se hallaban en la zona cuando ocurrieron los hechos. Pero no todo era luz verde. Ayer circulaban. versiones contradictorias en La Haba...

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La desembocadura del río Almendares de La Habana se ha convertido en una pequeña agencia de viajes. Varias familias amanecieron el martes en la Puntilla con la esperanza de que alguna embarcación se pegase a la costa para recoger gente y apuntarse al viaje, como ya ocurrió el domingo y el lunes. Sólo del pequeño puerto deportivo del río Almendares tres barcos se han ido a Miami en menos de 36 horas sin ser detenidos por la policía ni por los guardafronteras que se hallaban en la zona cuando ocurrieron los hechos. Pero no todo era luz verde. Ayer circulaban. versiones contradictorias en La Habana sobre el supuesto secuestro de un barco de la Marina. Las autoridades cubanas acusaron a un grup o de balseros de la acción.

Al caer la tarde de ayer, fuentes del servicio de guardacostas norteamericano informaron de que las autoridades cubanas comunicaron el secuestro de una lancha lanzatorpedos. Horas después, un patrullero estadounidense del servicio de guardacostas avistó a unos 110 kilómetros de Cayo Hueso, en el extremo sur de Florida, a un navío cubano del que acabó recogiendo a una veintena de personas, pero desde Washington no se confirmó que el barco fuera el secuestrado.En La Habana circulaban ayer versiones contradictorias sobre el suceso. Según algunos vecinos del puerto de Mariel, el buque secuestrado era de ferrocemento y pertenecía a la Marina cubana. Según estas fuentes, un recluta se apropió del navío a punta de pistola, y en la acción dio muerte a un oficial que trató de oponerse. Otras informaciones, que ayer no pudieron ser contrastadas, daban cuenta de que el cuerpo del oficial había sido rescatado del mar por un guardacostas cubano y llevado a tierra.

A bordo del barco localizado ayer por los guardacostas norteamericanos "se encontraban 20 personas, pero no podemos confirmar que se trate del que se habla" [el navío supuestamente secuestrado a punta de pistola], declaró a, la agencia Efe un portavoz del servicio de guardacostas de Estados Unidos.

Aunque el Gobierno norteamericano siguió sin poder confirmar el secuestro del buque cubano, un portavoz del Departamento de Estado calificó esta posibilidad de "preocupante" y reiteró que Estados Unidos "no permitirá que Fidel Castro dicte su política de inmigración", informa Jane M. Folpe desde Washington.

Uso de la violencia

Según David Johnson, alto funcionario de la Administración norteamericana, este acontecimiento, si se confirma, supone una "tendencia perturbadora" hacia el uso de la violencia como arma de los ciudadanos para huir de la isla caribeña. Advirtió que los responsables podrían ser procesados a su llegada a territorio de Estados Unidos.

Según una primera versión difundida por Efe, que citaba a fuente! diplomáticas cubanas en EE UU, "un grupo de bandidos secuestró un barquito de ferrocemento atracado en el puerto de Mariel y que estaba alquilado a la Marina" y que, en el asalto probablemente fue asesinado un teniente de este arma y arrojados al mar cuatro soldados.

Lo que parece confirmarse es un cambio en la actitud de las autoridades cubanas. "Quien se quiera ir que se vaya", decía el lunes a las dos de la tarde un policía vestido de uniforme en el castillo de La Chorrera, frente al restaurante 1830, al otro lado de la Puntilla. El policía declaró que él estaba allí mismo cuando vio que un pequeño bote de pesca a motor se acercaba a la costa y un grupo de unas diez personas se tiraba al mar para abordar la embarcación. El policía aseguró que mientras todo fuese pacífico y no se robase un barco o se utilizase la fuerza él no tenía instrucciones de intervenir. "Si alguien tiene un barco y se quiere marchar, nadie lo va a detener", afirmó. Lo mismo dijo ayer a EL PAÍS un teniente coronel de la Policía Nacional Revolucionaria en el muelle de Luz, donde se encuentra el principal centro de vigilancia del puerto.

"No tenemos ninguna instrucción sobre ese respecto", afirmó el teniente coronel, al ser preguntado sobre qué pasaría si mañana llega una lancha, de Miami a recoger gente en el puerto o en otro lugar. "Pero", agregó, "como dijo el Comandante en Jefe, nosotros no vamos a detener a los que se quieran marchar en su propio barco, ni tampoco a los que vengan a buscar".

En esta misma línea se han manifestado algunos altos funcionarios cubanos en los principales medios de prensa escrita, la radio y la televisión en las últimas horas, si bien nadie ha dicho de forma oficial que ya se puede ir todo el que quiera. De hecho, tras la salida de tres navíos hacia las costas de Estados Unidos, trabajadores portuarios declararon que otros cuatro barcos que intentaban hacerse ayer a la mar fueron retenidos por las autoridades portuarias.

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