La Universidad balear investiga sus depósitos en la quebrada Brokerval

La Universidad de las Islas Baleares (UIB) fue uno de los mayores clientes de la agencia de valores Brokerval -en quiebra tras la huida de su consejero Francisco Berga (veáse EL PAÍS de ayer)- y ahora sus responsables académicos quieren ratificar la legalidad y transparencia de sus relaciones con el intermediario fugado. Berga dejó un agujero de 800 millones de pesetas y los investigadores sospechan que controló más de 15.000 millones de dinero negro en un amplio circuito opaco y fuera del control fiscal. La UIB colocó a lo largo de dos años más de 2.100 millones de pesetas de sus p...

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La Universidad de las Islas Baleares (UIB) fue uno de los mayores clientes de la agencia de valores Brokerval -en quiebra tras la huida de su consejero Francisco Berga (veáse EL PAÍS de ayer)- y ahora sus responsables académicos quieren ratificar la legalidad y transparencia de sus relaciones con el intermediario fugado. Berga dejó un agujero de 800 millones de pesetas y los investigadores sospechan que controló más de 15.000 millones de dinero negro en un amplio circuito opaco y fuera del control fiscal. La UIB colocó a lo largo de dos años más de 2.100 millones de pesetas de sus presupuestos inmovilizados -las llamadas puntas de tesorería- en manos de los gestores de Brokerval. El destino señalado era la inversión en deuda pública, letras o bonos del Tesoro. El gerente de la Universidad balear, responsable de los depósitos temporales para el alto rendimiento financiero, Luis Piña, era a la vez consejero y accionista de Brokerval. Las operaciones ofrecieron un rendimiento de 300 millones de pesetas en intereses. El colectivo de oposición al rector demanda una investigación exhaustiva sobre el caso. Tres catedráticos de la UIB han sido designados para que analicen la documentación de los depósitos de fondos universitarios.

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