Tribuna:DESAPARECE UN AUTOR SECRETO

Nos deja con un poco de hambre'

"De pronto, un día, vemos que empiezan a desfilar muchos de nuestros contemporáneos:Cristóbal Hall, Juan Bonafé, Luis Cernuda, Carmelo Pastor, José Bergamín, María Zambrano...

Juan Gil-Albert es uno de esos contemporáneos. No coincidíamos en casi nada y hemos pasado muchas horas -es más, muchos años- discutiendo, pero nos reconocíamos... valores.

Yo apreciaba en él, sobre todo, una inteligencia de mucha calidad. En cuanto a su obra de creación, encuentro en ella páginas -como sucede en Azorín, como sucede en Gabriel Miró- de primer orden, exquisitas, pero que nos dejan con un poc...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

"De pronto, un día, vemos que empiezan a desfilar muchos de nuestros contemporáneos:Cristóbal Hall, Juan Bonafé, Luis Cernuda, Carmelo Pastor, José Bergamín, María Zambrano...

Juan Gil-Albert es uno de esos contemporáneos. No coincidíamos en casi nada y hemos pasado muchas horas -es más, muchos años- discutiendo, pero nos reconocíamos... valores.

Yo apreciaba en él, sobre todo, una inteligencia de mucha calidad. En cuanto a su obra de creación, encuentro en ella páginas -como sucede en Azorín, como sucede en Gabriel Miró- de primer orden, exquisitas, pero que nos dejan con un poco de hambre. (Pero todo esto es para hablarlo con él).

Como amigo, le debo muchísimo, ya que supo acompañarme en los primeros años de nuestro exilio mexicano, con una comprensión casi única.

Ramón Gaya es pintor y escritor.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Archivado En