La subida de los tipos a largo plazo amenaza con frenar la recuperación económica española

Las autoridades monetarias internacionales están nerviosas y, de nuevo, la especulación que se ceba en los mercados de renta fija es la culpable. Las fuertes subidas de las rentabilidades de los bonos y obligaciones del Estado, común a todos los mercados de deuda pero agudizada en España por la crisis política, obligó al Tesoro español a elevar la rentabilidad de las obligaciones al 9,30% en su última subasta cuando en enero estas tasas se situaban en tomo al 7,90%. De consolidarse este aumento, que responde a la incertidumbre que existeen los mercados sobre el cambio del ciclo económico en Eu...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Las autoridades monetarias internacionales están nerviosas y, de nuevo, la especulación que se ceba en los mercados de renta fija es la culpable. Las fuertes subidas de las rentabilidades de los bonos y obligaciones del Estado, común a todos los mercados de deuda pero agudizada en España por la crisis política, obligó al Tesoro español a elevar la rentabilidad de las obligaciones al 9,30% en su última subasta cuando en enero estas tasas se situaban en tomo al 7,90%. De consolidarse este aumento, que responde a la incertidumbre que existeen los mercados sobre el cambio del ciclo económico en Europa y las subidas de tipos en Estados Unidos y, en el caso español, además, a la citada crisis política, se encarecería la financiación de las empresas y, por tanto, se podría frenar la incipiente recuperación de la economía española.

El ministro de Economía, Pedro Solbes, ha sido el primero en admitir esta semana que "se ha producido un marcha atrás " en la tendencia a la baja de los tipos de interés en España. Mientras que el precio oficial del dinero, a corto plazo, se ha reducido en 1,25 puntos hasta el 7,75% desde finales de enero la rentabilidad de la deuda en el mercado secundario ha aumentado hasta llegar a un máximo del 10% en las obligaciones a 10 años el jueves pasado (ampliándose el diferencial con Alemania a 3,30 puntos, un nivel que no se alcanzaba desde septiembre de 1993).Este aumento refleja que la prima de confianza en la economía española que exigen los, extranjeros se ha encarecido. Un encarecimiento que, según los expertos, perjudicará a las empresas que, cada vez más a menudo, emiten deuda para captar financiación.

Aunque Manuel Conthe, director general del Tesoro, aseguró esta semana que el diferencial entre los bonos españoles y alemanes "se reducirá hasta dos puntos y medio", las incertidumbres que provocan estas subidas siguen sin despejarse.

Un nuevo aumento de los tipos de interés en Estados Unidos, que ha sido el origen de las fuertes oscilaciones en los mercados de deuda estadounidense y europeos desde febrero, parece inminente después de la publicación el pasado viernes de un dato muy positivo de creación de empleo -267.000 nuevos puestos de trabajo en abril y un millón en lo que va de año-. La Reserva Federal, banco central estadounidense, intentará así anticiparse al recalentamiento de la economía. El aumento del precio del dinero le servirá además para frenar la imparable depreciación que ha registrado el dólar frente al yen y el marco alemán esta se mana y que forzó la intervención concertada de 16 bancos centrales, la mayor operación en apoyo del dólar desde 1985.

Controlar la inflación

Sin embargo, hasta el momento, la subida de tipos en EE UU, que tendría que calmar a los mercados, puesto que el banco central está garantizando así que controlará cualquier rebrote inflacionista -una expectativa que influye de forma definitiva en la evolución de la deuda en el largo plazo-, ha tenido el efecto contrario. El temor de algunos operadores es que, teniendo en cuenta que la inflación estadounidense sigue bajo control y es inferior al 3%, con las subidas de tipos la Reserva Federal se está anticipando a un panorama inflacionista peor de lo que ellos prevén y deshacen sus posiciones en el largo plazo.

Una tendencia de la que se ha contagiado también Europa, aunque antes de lo previsto y "sin mucho fundamento", según señala Enrique Sánchez del Villar, de Analistas Financieros Internacionales. Lloyd Bentsen, secretario del Tesoro estadounidense, que ve similitudes en la nueva ola especulativa con la sufrida por el mecanismo de cambios del Sistema Monetario Europeo (SME) hace un año, cree que la subida de los tipos a largo plazo "refleja expectativas exageradas de un crecimiento real más fuerte", según dijo en nombre del Grupo de los Siete (G-7) hace dos semanas en Washington.

Las expectativas de que el ciclo expansivo comienza en Europa tras la recesión, lo que significa el fin de la bajada de tipos, han provocado una masiva salida de la deuda en el largo plazo en el mercado secundario -para comprar más caro en el primario- y la consecuente subida de las rentabilidades.

Para poner freno a este proceso, que amenaza a su vez con entorpecer la inicipente recuperación económica europea, las autoridades monetarias internacionales "han decidido acelerar el recorte de los tipos a corto plazo en Europa y la subida de los mismos en Estados Unidos", señala Sánchez del Villar.

Escándalos financieros

El efecto bálsamo que pretende tener esta política sobre los mercados no es seguro. Hasta el momento, las bajadas de tipos en Alemania, que han sido seguidas por los bancos centrales europeos, han servido para calmar sólo momentáneamente las oscilaciones de la deuda. En España, además, a las incertidumbres generadas en los mercados financieros internacionales "se han añadido ciertás inquietudes en los mercados internos derivadas de la aparición de escándalos financieros que han empujado las cotizaciones de la deuda hacia abajo", resume en su último informe de coyuntura el Ministerio de Economía. Son estas in quietudes las que más preocupan a Carmen Alcaide, jefa del servicio de Estudios del BBV, quien teme que la recuperación "se estrangule". Con el recorte, el pasado 3 de marzo, de 0,50 puntos en el precio del dinero, "se detuvo el proceso alcista de las rentabilidades, iniciándose un corto proceso de descenso de los mis mos que no llegó a consolidar se", reconoce Economía. Para que éste se consolide, ya señaló Conthe, los bonos alemanes -la referencia para la deuda pública española- deben pasar "del 6,5% al 6%". El titular del Tesoro no teme por la financiación del Estado: "He mos tomado más de 800.000 millones de pesetas en el mes de abril y podríamos no endeudar nos más en todo el año".

Archivado En