El Festival de Canarias celebra el rescate de las canciones de Falla

Canarias celebra desde hace 10 años el único festival de música clásica que se programa en Europa durante el invierno. Desde el pasado día 7 de enero, y hasta el 5 de febrero, las islas reciben a varios de los mejores solistas, directores y orquestas del mundo con la familiaridad que da esa suma de ediciones anteriores. Hoy ya nadie discute la conveniencia de este festival, que nació con división de opiniones por su elevado coste.Para conmemorar esta efemérides, el Gobierno de Canarias, organizador de la muestra, ha patrocinado la edición, por primera vez, de la obra integral para canto...

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Canarias celebra desde hace 10 años el único festival de música clásica que se programa en Europa durante el invierno. Desde el pasado día 7 de enero, y hasta el 5 de febrero, las islas reciben a varios de los mejores solistas, directores y orquestas del mundo con la familiaridad que da esa suma de ediciones anteriores. Hoy ya nadie discute la conveniencia de este festival, que nació con división de opiniones por su elevado coste.Para conmemorar esta efemérides, el Gobierno de Canarias, organizador de la muestra, ha patrocinado la edición, por primera vez, de la obra integral para canto y piano de Manuel de Falla (1876-1946), a cargo de la soprano María Orán y el pianista Miguel Zanetti, que ha aparecido en el sello Emi. Hasta ahora sólo habían sido interpretadas piezas aisladas de dicha producción. También ha hecho su primer encargo a un compositor extranjero, Sofía Gubaidulina, nacida en la ex soviética República Tártara y residente en Nueva York, que está considerada como una de las grandes autorasw contemporáneas. El festival este año ha administrado un presupuesto de 560 millones de pesetas.

Según Nebot, que antes fue crítico musical, este festival llena un vacío: nos acerca al gran sinfonismo de los siglos XIX y XX, "un repertorio que, por su complejidad, es poco habitual entre nuestras orquestas". Víctor Pablo Pérez, director de la Orquesta Sinfónica de Tenerife, elogia al público por haberse aficionado progresivamente al Festival de Música de Canarias. "Al principio acudía tímidamente; ahora llena las salas", señala. Hasta las islas menores se extiende estos conciertos, con la actuación de solistas y grupos de cámara.

Primicias

En esta ocasión, un español de la penúltima generación de autores, Fernando Palacios, y la citada compositora de origen tártaro, aportan dos primicias, de la mano de la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria y la Sinfónica de la Radio de Finlandia, dirigida por Yukka-Pekka Saraste, uno de los grandes triunfadores del año pasado.Con la bendición del público han remitido todas las polémicas iniciales. El escaso aforo de los dos teatros principales, el Pérez Galdós, en Las Palmas de Gran Canaria (1.300 butacas), y el Guimerá, en Santa Cruz de Tenerife (900), impide sacar el máximo partido al festival como reclamo para visitantes extranjeros, y evidencia la falta de un gran auditorio. Gran Canaria ha comenzado a construir el suyo, y el Cabildo de Tenerife ha hecho ya el encargo al arquitecto Santiago Calatrava.

Las dos orquestas canarias, la Sinfónica de Tenerife y la Filarmónica de Gran Canaria, tienen motivos para felicitarse por contar en las islas con este festival; pero, paradójicamente, sus respectivos presupuestos son todavía muy modestos, y la primera de dichas agrupaciones no tiene, incluso, local de ensayos.

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