Escohotado: "La Virgen es un símbolo de la rebelión femenina"

El escrítor e historiador publica su ensayo 'Rameras y esposas'

Antonio Escohotado (Madrid, 1941) quiere someter a una revisión crítica al cristianismo estudiando los aspectos que la sociedad contemporánea prefiere esconder debajo de la alfombra. Su último libro, Rameras y esposas (Anagrama), es una reescritura de una obra publicada en 1978 titulada Historias de familia. Cuatro mitos sobre sexo y poder, que pasó inadvertida. Sin embargo, algunos de los temas que trata pueden resultar aún hoy chocantes, por no decir polémicos.

Detrás de Rameras y esposas late el profundo interés por comprender nuestra sociedad a través del estudio de cuatro mi...

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Antonio Escohotado (Madrid, 1941) quiere someter a una revisión crítica al cristianismo estudiando los aspectos que la sociedad contemporánea prefiere esconder debajo de la alfombra. Su último libro, Rameras y esposas (Anagrama), es una reescritura de una obra publicada en 1978 titulada Historias de familia. Cuatro mitos sobre sexo y poder, que pasó inadvertida. Sin embargo, algunos de los temas que trata pueden resultar aún hoy chocantes, por no decir polémicos.

Detrás de Rameras y esposas late el profundo interés por comprender nuestra sociedad a través del estudio de cuatro mitos, desde Mesopotamia al cristianismo, que aclaran el papel que han tenido en la sociedad, a lo largo de nuestra historia, el hombre y la mujer.. "Nosotros los hombres, para ir viviendo, tenemos muchas contradicciones, pero la de la mujer es tan nuclear, tan descamada, como que la libertad equivale a no respetabilidad y la respetabilidad equivale a no libertad. Eso no nos pasa a los varones. No por ser libres nos llaman putos o depravados; pero a la mujer, sí. Toda la estructura del libro gira en tomo al gozne de cómo en la antigüedad existía esa opción, y muchas mujeres, no por dinero, sino por vocación de libertad, se inscribían en censos de rameras, ya fuese en Sumer, en Asiría, Atenas o Roma".Uno de los puntos analizados con más detalle en Rameras y esposas es la función que la prostitución ha tenido en la historia de la humanidad, una función que, según Escohotado, ha ido degenerando. "Nuestra sociedad templa a los muchachos con la mili o con estudios universitarios, mientras que en la vieja Mesopotamia esas funciones civilizatorias se producían a través del contacto con una profesional vocacional del placer, una ramera sagrada. La primera mujer que nos enseña lo que es el amor carnal nos hace mucho más adultos que dos carreras y dos milis".

Un símbolo

Escohotado hace un análisis personal de la figura de la Virgen María, la, madre de Jesús, que está alejado de muchas interpretaciones anteriores. "Es un Lema de una delicadeza increíble, porque, aunque no sea un Dios, tiene un estatuto divino en una religión monoteísta. María representa la que no ha recibido mancilla, la que no ha tenido ninguna relación con el semen; pero es también el símbolo de la mujer liberada, que se niega a ser identificada por determinaciones sexuales y que no tiene nada que ver con la manipulación del varón. Es sin duda un símbolo de la rebelión femenina, quizá el más poderoso de todos".El papel que la sociedad ha reservado a la mujer ha cambiado espectacularmente, según Escohotado. Sin embargo, para este pensador, no es un tanto que se pueda apuntar el movimiento feminista., "El libro sirve también para ver que en el mundo antiguo la mujer resultaba mucho más inútil que en el mundo actual, y que por eso era objeto de un infanticidio sistemático. Esta amarga historia de injusticia y desigualdad ha cambiado por completo, pero no porque las mujeres hayan llevado a cabo una revolución. Ha cambiado porque se ha transformado la estructura socioeconómica del mundo, y al surgir el capitalismo industrial había que traer a la gente del campo y sentarla en un banco de taller, y para llenarlos era preciso usar a los dos sexos. Nuestras leyes no sólo han establecido el equilibrio, sino que se ha llegado a una situación inversa, y ahora es la mujer la que puede decidir si un hombre tendrá o no descendencia, si vivirá o no con sus hijos. El derecho está dando un bandazo hacia el lado matriarcal, aunque la estructura social no puede cambiar al mismo ritmo .

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