Carlos Bousoño obtiene el Premio de las Letras por su capacidad de rectificación

El poeta prepara su obra completa, de la que quemará muchos poemas, según dijo ayer

Después de cinco votaciones, el poeta y ensayista Carlos Bousoño (Boal, Asturias, 1923) fue galardonado ayer con el Premio de las Letras Españolas, dotado con cinco millones de pesetas. Quedaron finalistas los poetas y ensayistas Juan Gil Albert y José María Valverde, el crítico Martín de Riquer y el novelista Rafael Sánchez Ferlosio. El Premio de las Letras reconoce la totalidad de una obra. Carlos Bousoño manifestó que el premio le produce una gran alegría y añadió: "Quemaré muchos poemas cuando publique mi obra completa".

"Bousoño representa un hito inolvidable en la teoría de la...

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Después de cinco votaciones, el poeta y ensayista Carlos Bousoño (Boal, Asturias, 1923) fue galardonado ayer con el Premio de las Letras Españolas, dotado con cinco millones de pesetas. Quedaron finalistas los poetas y ensayistas Juan Gil Albert y José María Valverde, el crítico Martín de Riquer y el novelista Rafael Sánchez Ferlosio. El Premio de las Letras reconoce la totalidad de una obra. Carlos Bousoño manifestó que el premio le produce una gran alegría y añadió: "Quemaré muchos poemas cuando publique mi obra completa".

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"Bousoño representa un hito inolvidable en la teoría de la literatura española. Como creador ha destacado siempre por su capacidad de rectificación, por su voluntad de exploración, por su sintonía con lo último y por haber marchado siempre a la cabeza de generaciones posteriores", señaló el poeta y crítico literario Víctor García de la Concha, que formó parte del jurado, que otorgó el premio por mayoría absoluta."El primer sentimiento que he tenido es de alegría y gratitud", comentó Bousoño nada más recibir la noticia, "sabía que era finalista y cuando hay tres o cuatro finalistas con muchos méritos, me he quedado sin saber que decir, ¡Eran todos tan merecedores!". Bousoño afirmó que se piensa gastar los dineros del galardón en "vicios y oficios".

El escritor se indignó cuando se le dijo que éstos no son buenos tiempos para la poesía."El siglo XX ha sido y es gran poesía en todas partes, y particularmente en el ámbito hispánico, y no lo digo yo sino grandes analistas internacionales", y añadió: "No me importa tanto que la poesía española sea la mejor del siglo XX, sino que sea buena y sólo tenga como rival la poesía del siglo de oro, y no estoy diciendo que sean superiores Lope o Góngora, no hago distinción entre aquella época y la actual, a la que, por supuesto, hay que añadir a los grandes latinoamericanos".

El poeta acepta que la poesía siempre ha sido un arte minoritario: "Pero ello no es un demérito, es un arte intenso y esa intensidad pide un lenguaje muy exigente, lo que no quiere decir que dentro de un siglo, cuando la gente esté más educada, sea un arte mayoritario, no olvidemos que las cualidades para ser poeta son las mismas que se necesitan para hacer una buena película, ello no es un mérito ni un defecto", afirmó Bousoño, quien piensa que mientras uno vive siempre aspira a escribir el gran poema de su vida: "Eso se va alejando mientras pasan los días; y de hecho tengo tornada la decisión de quemar gran parte de lo que he escrito, de cara a la publicación de mi obra completa..., lo debería hacer todo poeta, es muy triste publicar todo lo que uno escribe..., es muy triste".

Englobado en la generación de José Hierro o José María Valverde, Bousoño publicó su primer libro en 1945, Subida al amor, y desde entonces ha desarrollado una labor creativa a través de obras como Invasión de la realidad (1962), Oda a la ceniza (1967) o Las monedas contra la losa (1973).

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