La agricultura ecológica representa en España sólo un 0,05% de los cultivos

La superficie dedicada en España a agricultura ecológica -sin fertilizantes sintéticos, herbicidas, plaguicidas, pesticidas, aditivos, hormonas y otros productos químicos- creció considerablemente entre 1991 y 1992. Pasó de 4.775 a 7.860 hectáreas. Pero la cifra es aún diminuta comparada con la producción agrícola total: no llega ni a un 0,05% de todas las fincas españolas, y es pequeña en el total de la CE, sólo un 6% de sus 150.000 hectáreas. Los productores no acaban de verlo claro. En 1992 se produjeron tantas bajas -75- como solicitudes para entrar en este club.

Tras una accidentad...

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La superficie dedicada en España a agricultura ecológica -sin fertilizantes sintéticos, herbicidas, plaguicidas, pesticidas, aditivos, hormonas y otros productos químicos- creció considerablemente entre 1991 y 1992. Pasó de 4.775 a 7.860 hectáreas. Pero la cifra es aún diminuta comparada con la producción agrícola total: no llega ni a un 0,05% de todas las fincas españolas, y es pequeña en el total de la CE, sólo un 6% de sus 150.000 hectáreas. Los productores no acaban de verlo claro. En 1992 se produjeron tantas bajas -75- como solicitudes para entrar en este club.

Tras una accidentada historia de tres años, el Consejo Regulador de la Agricultura Ecológica (CRAE) asegura que este mismo año comenzarán las ayudas económicas para estos cultivos y que ha llegado el momento de promocionar a fondo al agricultor que no fabrica manzanas, las mete en cámaras y les da cera para que brillen, sino que planta manzanos y sabe que lo mejor para que maduren sus frutos es darle tiempo al tiempo.Regulados por el CRAE, que concede un aval, un sello para incluir en la etiqueta, hay 522 fincas de cultivo y 69 industrias transformadoras. Cataluña (con la mitad de estos cultivos), Andalucía, Extremadura y Aragón son las que más hectáreas ecológicas tienen. Las frutas -sobre todo los cítricos- y las verduras son las principales bazas de España. Aunque no hay datos concretos, algunos calculan que hasta un 80% de estos productos españoles se exporta al exterior, sobre todo Alemania y Francia.

Abel González, de la Asociación Vida Sana, pionera en promocionar a finales de los años setenta los cultivos libres de química, cree que no habría que usar apellidos, que esto es auténtica agricultura -"cultura de la tierra"-, y que la convencional, la intensiva de las últimas décadas, debiera tener vetado este nombre y llamarse "agroquímica".

Todas las personas consultadas coinciden en el análisis: El consumidor español demanda muy poco estos productos, los canales de distribución y venta nacionales son aún mínimos, los agricultores deben ver la rentabilidad de estas actividades y hay que emprender campañas de información entre los consumidores para que sepan las ventajas para su salud de comprar estos productos, aunque sean más caros.

"Se trata de la valoración que cada uno haga de la alimentación y la salud. Los españoles gastan cada vez menos en la alimentación", dice Alfredo Gómez, uno de los encargados de la Cooperativa Agraria de Pego (Alicante).

Un folleto divulgativo del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación señala: "La alimentación de nuestra civilización está desequilibrada y es origen de innumerables enfermedades. En nuestros alimentos se ha comprobado un alto contenido de nitrato y, en algunos casos, de metales pesados. La persistencia de los pesticidas y herbicidas sobre los alimentos es causa de innumerables problemas sanitarios: cada año en el mundo 300.000 personas son víctimas d envenenamiento por pesticida -10.000 de ellas mueren-".

Acusaciones de fraude

Desde el Ministerio de Agricultura se reconoce que hasta ahora no se ha promocionado mucho estos productos, porque todavía no hay un sistema bien organizado de abastecimiento, y se podrían crear expectativas entre los consumidores que no se podrían atender.En esa débil estructura estalló el año pasado como una bomba un reportaje de la televisión alemana ZDF titulado La mentira del bio, que acusaba de fraude a productos españoles vendidos como ecológicos y que se centraba en la finca andaluza de La Tenienta, con grandes exportaciones a Alemania. Todos coinciden en señalar que pagaron justos por pecadores y que el reportaje hizo mucho daño a la imagen del Sector en España.

Mariano Sanz, presidente del CRAE y antiguo director del Icona, admite esa carencia de canales de distribución, pero es optimista respecto al futuro: "Este año habrá ya un programa concreto de ayudas económicas para la reconversión de cultivos convencionales en otros ecológicos".

Gustavo García-Bueno, biólogo y propietario de la tienda Mercaverde, cree que "no hay conciencia ciudadana para pagar más por lo mejor ni promoción desde la Administración".

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