LA CRISIS DE LOS SOCIALISTAS

La decisión se tomó en Moncloa

Las propuestas de Felipe González aprobadas ayer habían sido objeto de larga discusión el viernes en Moncloa entre el secretario general y el vicesecretario general, Alfonso Guerra. En esa discusión participaron el ministro del Interior, José Luis Corcuera; el secretario de Organización, Txiki Benegas; el responsable de finanzas, Francisco Fernández Marugán, y el presidente andaluz, Manuel Chaves. El verdadero debate se produjo en esa reunión y es ahí donde con ciertas "resistencias" se llegó a la elaboración de las propuestas.Los seis dirigentes citados se reunieron casi cuatro horas por la t...

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Las propuestas de Felipe González aprobadas ayer habían sido objeto de larga discusión el viernes en Moncloa entre el secretario general y el vicesecretario general, Alfonso Guerra. En esa discusión participaron el ministro del Interior, José Luis Corcuera; el secretario de Organización, Txiki Benegas; el responsable de finanzas, Francisco Fernández Marugán, y el presidente andaluz, Manuel Chaves. El verdadero debate se produjo en esa reunión y es ahí donde con ciertas "resistencias" se llegó a la elaboración de las propuestas.Los seis dirigentes citados se reunieron casi cuatro horas por la tarde aunque hubo otra sesión matutina entre González y Corcuera. El pesimismo fue la nota dominante, según algunos de los participantes, que confirman que el compromiso alcanzado fue a costa de renuncias de todos.

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González comprendió que la tesis renovadora de "cortar cabezas" quebraría el partido, mientras que Guerra asumió que la creación del comité electoral estratégico le resta poder. El compromiso fundamental radica en que la batalla se aplaza hasta pasadas las elecciones.

Antes de que cundiera entre todos que el objetivo principal era ir a los comicios con apariencia de unidad se analizaron las distintas propuestas para ir rechazando las que parecieran más agresivas a alguno de los sectores. Así, la dimisión de Benegas e incluso de Guerra fueron rechazadas inmediatamente por el propio González.

La reunión de la ejecutiva de ayer duró menos de dos horas, de las que González consumió la mayor parte. Benegas se ausentó para no asistir a un debate sobre su carta de dimidión, que no se produjo. Nada más cruzar Benegas la puerta, el secretario general pidió que no se aceptase la renuncia ni se hablara del texto de la misiva. Hubo 15 intervenciones, todas ellas para felicitarse por el acuerdo. Guerra habló para ordenar las propuestas de Gonzáles, que se aprobaron por consenso y sin votacion.

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