LA CRISIS DE LOS SOCIALISTAS

Galeote y Navarro, únicas víctimas de Filesa

Felipe González reforzó ayer su liderazgo en el PSOE al asumir la presidencia de los comités estratégi co y de listas electorales, cuyos componentes designará. En el comité estratégico estarán, con González y Guerra, José Luis Corcuera, Ramón Jáuregui, Manuel Chaves, Francisco Fernández Marugán y Joan Lerma. El secretario general cedió, a cambio, a las exigencias del aparato sobre Filesa. González, que asumió tesis guerristas sobre ese escándalo, se limitó a aceptar las dimisiones de Guillermo Galeote y Carlos Navarro, pero se negó a discutir la de Benegas. La oposición considera que Guerra ha...

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Felipe González reforzó ayer su liderazgo en el PSOE al asumir la presidencia de los comités estratégi co y de listas electorales, cuyos componentes designará. En el comité estratégico estarán, con González y Guerra, José Luis Corcuera, Ramón Jáuregui, Manuel Chaves, Francisco Fernández Marugán y Joan Lerma. El secretario general cedió, a cambio, a las exigencias del aparato sobre Filesa. González, que asumió tesis guerristas sobre ese escándalo, se limitó a aceptar las dimisiones de Guillermo Galeote y Carlos Navarro, pero se negó a discutir la de Benegas. La oposición considera que Guerra ha ganado y que González adelantará las elecciones, idea que el presidente reconoció barajar.Felipe González, cerró ayer la crisis del PSOE con una importante cesión al aparato socialista: No llevar hasta el final su exigencia de responsabilidades políticas y personales a la dirección por el caso Filesa. González se limitó, en la reunión de la comisión ejecutiva de ayer, a aceptar la dimisión del responsable de finanzas del partido, Guillermo Galeote, presentada hace dos años, y del responsable de finanzas de los grupos parlamentarios, Carlos Navarro, en sus cargos tanto en el partido como en el Parlamento.González no aceptó ninguna otra dimisión y, con ello, se plegó a la tesis del aparato del PSOE de exigir responsabilidades concretas -al margen de Galeote y Navarro- después de que los tribunales se pronuncien sobre ese escándalo. A cambio arrancó del aparato del PSOE la concesión, muy significativa a juicio del sector renovador, por el reforzamiento del liderazgo de González en el partido, de crear un comité estratégico, de carácter plural, y un comité de listas, ambos presididos y designados por él. Insinuó la posibilidad de adelantar las elecciones.

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Circunspecto y grave

Felipe González compareció ante los medios de comunicación tras dos horas de reunión con su comisión ejecutiva. Con semblante circunspecto y tono grave, notificó a los periodistas reunidos el grado de compromiso alcanzado con el aparato del PSOE, con cuyos representantes más significativos se había reunido. la víspera.

La unanimidad alcanzada en la comisión ejecutiva trajo como resultado una derrota de la tesis acariciada por Felipe González en el envite lanzado al aparato del PSOE, el pasado 25 de marzo, en su discurso en la Universidad Autónoma de Madrid, donde manifestó que exigiría responsabilidades políticas a la dirección de su partido por el caso Filesa, sin esperar a que los tribunales decidieran, e incluso esgrimió la suya propia.

Ayer, González se aproximó a las tesis del aparato al manifestar: "No estoy en condiciones de asegurar si hay responsabilidades en el partido. Tengo una dificultad. No quiero interferir en la labor de los jueces. Cualquier valoración que hiciera se interpretaría de ese modo". En otro momento, manifestó: "Anteponer las responsabilidades políticas (a las de los tribunales) resulta imposible y no exigible" a la comisión, ejecutiva.

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González dijo que no había exigido ninguna dimisión, ni colectiva ni de los principales responsables de la comisión ejecutiva, como el secretario de Organización, Txiki Benegas. "He rechazado la dimisión colectiva porque sería un flaco servicio a la estabilidad del sistema democrático", dijo González, y más adelante señaló: "Tampoco es el camino el de asumir responsabilidades personales. No he aceptado la dimisión ni de Benegas ni de ningún otro y he propuesto que ningún compañero sea juez de otro".

Sin embargo, aceptó las dimisiones definitivas de los responsables directos de las finanzas del PSOE, Guillermo Galeote y Carlos Navarro, presentadas hace dos años. Ambos renuncian a sus responsabilidades en el partido y a sus actas de diputados. González reconoció, por vez primera, que había habido 'Tallos de contabilidad o financiación del partido", aunque precisó: "No estoy en condiciones de asegurar eso [si hubo o no irregularidades en la financiación] de ninguna manera". Aunque luego expresó: "En la carta de Guillermo Galeote deja claro que es el único responsable de las finanzas del partido. No siente haber cometido ningún delito y cree, de ese modo, que podrá defenderse mejor fuera del cargo".

Éstas medidas de González han quedado por debajo de las expectativas creadas durante estos días por las declaraciones de dirigentes territoriales del partido exigiendo responsabilidades politicas e incluso personales.

La decisión de González de ponerse al frente del comité estratégico y del comité de listas, que también hizo pública ayer, ha causado algunas resistencias del aparato por las "interpretaciones" que pueden ofrecerse de desautorización de la Comisión Ejecutiva del PSOE, según reconoció el propio González. Los miembros de estos organismos los designará Felipe González.

Decisión insólita

El líder socialista puso énfasis en esa decisión que él mismo adelantó, que era insólita en sus 18 años como secretario general del PSOE. Avanzó que el comité de estrategia electoral y de listas, que en otras campañas ha presidido Alfonso Guerra, mantendrá "el esfuerzo de cohesión, representatividad y pluralidad".

El control de estos organismos claves en la campaña electoral por parte de Felipe González, y la consiguiente relegación de la comisión ejecutiva, son los aspectos que más destacaron ayer de la reunión los representantes del sector renovador. Desde este sector, se interpreta como el comienzo real de la renovación interna del PSOE. Integrarán el comité estratégico, además de González y Guerra, el ministro del Interior, José Luis Corcuera; el presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves; el presidente de la Generalitat valenciana, Joan Lerma; el secretario general de los socialistas vascos, Ramón Jáuregui y el responsable de Economía del PSOE, Francisco Fernández Marugán.

La reunión abordó sólo el problema derivado del caso Filesa, pero no entró en los enfrentamientos en el partido, que han quedado relegados al congreso que el PSOE celebrará tras las elecciones, aunque González admitió su gravedad: "He visto en riesgo la cohesión del partido. Voy a tratar de evitarlo y lo voy a evitar". Pero abrió la expectativa de una convocatoria electoral anticipada: "No quiero negar que llevo tiempo pensando en si debo o no adelantar las elecciones. Cuando madure esa decisión, la daré a conocer".

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