La DC se rebela contra sus líderes

Un sector de la Democracia Cristiana (DC) se ha rebelado abiertamente contra la demanda de que se investigue la posible manipulación de los arrepentidos sobre la base de intereses políticos, presentada oficialmente por el partido el pasado viernes. La iniciativa, que el líder de la izquierda, Achille Occhetto, criticó como reflejo de una línea de defensa característica de los mafiosos, trataba de dar apoyo a Giulio Andreotti y a los otros tres dirigentes democristianos investigados por presuntas conexiones con la delincuencia organizada: los napolitanos Antonio Gava y Paolo Cirino Pomic...

Un sector de la Democracia Cristiana (DC) se ha rebelado abiertamente contra la demanda de que se investigue la posible manipulación de los arrepentidos sobre la base de intereses políticos, presentada oficialmente por el partido el pasado viernes. La iniciativa, que el líder de la izquierda, Achille Occhetto, criticó como reflejo de una línea de defensa característica de los mafiosos, trataba de dar apoyo a Giulio Andreotti y a los otros tres dirigentes democristianos investigados por presuntas conexiones con la delincuencia organizada: los napolitanos Antonio Gava y Paolo Cirino Pomicino, y el calabrés Riccardo Misasi."Es una iniciativa desconcertante, inoportuna e inadecuada", afirmó Rosa Bindi, líder de la DC de Venecia y la nueva figura más destacada de la izquierda del partido.

En términos similares se expresó Pierluigi Castagnetti, jefe del gabinete del secretario general democristiano, Mino Martinazzoli. "Andreotti debe irse a casa, y sobre Gava, no hace falta dar más juicios", añadió Castagnetti, que ayer se retractó de estas palabras, para no comprometer a su jefe.

La opinión del propio Martinazzoli en torno a la presentación de la demanda, cursada por los portavoces democristianos en la Cámara de Diputados y el Senado, seguía ayer poco clara. Su primera reacción, el pasado viernes, fue de contenido desagrado por una iniciativa de la que dijo no haber sido informado previamente. Ayer, sin embargo, los responsables del escrito dijeron que Martinazzoli lo conoció de antemano.

El tema siguió siendo polémico durante una jornada en la que se registró una nueva demanda por operaciones inmobiliarias contra el ex ministro socialista de Exteriores, Gianni De Michelis, y en la que se confirmó la vuelta a la alcaldía de Roma del también socialista Franco Carraro, quien dimitió por el escándalo de la corrupción hace dos meses. El apoyo del radical Marco Pannella ha sido decisivo para este retorno de Carraro.