Puccini y Pasqual vuelven a la Zarzuela

Después de casi seis años, volvió a la escena de la Zarzuela El Tríptico, de Puccini, en la producción de Lluís Pasqual para el Teatro Lírico Nacional. Como es habitual en estos casos, mudó el reparto y tuvimos a Sardinero y Lima en el Il Tabarro, a la Rabaivanska, en Sour Angélica y a Alberto Rinaldi, en Gianni Schicchi. Dirigió Theo Alcántara y los. coros estuvieron a cargo (le Schiammarelli, en vez de José Perera como en 1987. Por cierto, debemos a Perera un reconocimiento público de su meritorio y largo trabajo que muy bien podría asumir el coliseo de la calle de Jovel...

Después de casi seis años, volvió a la escena de la Zarzuela El Tríptico, de Puccini, en la producción de Lluís Pasqual para el Teatro Lírico Nacional. Como es habitual en estos casos, mudó el reparto y tuvimos a Sardinero y Lima en el Il Tabarro, a la Rabaivanska, en Sour Angélica y a Alberto Rinaldi, en Gianni Schicchi. Dirigió Theo Alcántara y los. coros estuvieron a cargo (le Schiammarelli, en vez de José Perera como en 1987. Por cierto, debemos a Perera un reconocimiento público de su meritorio y largo trabajo que muy bien podría asumir el coliseo de la calle de Jovellanos. Sucede que el genio musical del autor de Tosca logra en lá última ópera del Tríptico una frescura de invención, una explotación distinta de lo lírico narrativo y de la transformación temática que hace de Gianni Schicchi un momento cumbre en la carrera de Puccini. Seguro y, en ocasiones, brillantísimo el maestro español Theo Alcántara, participante en un éxito que, a pesar de todo, lo fue un tanto con sordina.

Acaso no acudió a la cita, en la medida deseable, ese impulso vital que hace de la ópera un es pectáculo fascinante y perdurable a través del tiempo y de la mudanza de los gustos. Pero esto puede cambiar de una representación a otra.