¿Quien es quien?

., Terenci Moix está satisfecho de que, fuera de Cataluña, los lectores de El sexo de los ángeles no caigan en "el morbo del quién es quién" que se ha practicado con la versión catalana."Esta obra es una ficción", indica una aclaración previa a la novela, y añade que "todos los personajes son únicamente fruto de la imaginación del autor". Sin embargo, la relación de actores que sigue unas páginas después permite atisbar algunas realidades de carne y hueso enmascaradas tras los personajes de papel.

"La estrella invitadísima", por ejemplo (que no figuraba en la versión ...

., Terenci Moix está satisfecho de que, fuera de Cataluña, los lectores de El sexo de los ángeles no caigan en "el morbo del quién es quién" que se ha practicado con la versión catalana."Esta obra es una ficción", indica una aclaración previa a la novela, y añade que "todos los personajes son únicamente fruto de la imaginación del autor". Sin embargo, la relación de actores que sigue unas páginas después permite atisbar algunas realidades de carne y hueso enmascaradas tras los personajes de papel.

"La estrella invitadísima", por ejemplo (que no figuraba en la versión catalana), es Francisco Franco, personaje sin duda auténtico y calificado en el listado como "caudillo de las Españas y ángel guardián de todos los personajes de la novela".

En algunos casos, el maquillaje utilizado por Terenci permite fácilmente la identificación. No cuesta demasiado, por ejemplo, reconocer al famoso grupo de la gauche divíne en la gauche dorée del libro. O al templo de la misma -Bocaccio- en el club Decamerone. En el periódico TardelExprés se reconoce al difunto TelelExprés, y el articulista estrella del periódico, Oriol de Manllé, se parece mucho al crítico teatral Joan de Sagarra.

Los escritores que aparecen en el libro parten a menudo de modelos reales (casi todos ya fallecidos). Josep Plans, por ejemplo, tiene mucho del ampurdanés Josep Pla, y Vicent Piquer se parece demasiado al intelectual valenciano Joan Fuster. Iscle Garsó habla como Salvador Espriu, y el poeta exiliado Roderic de Vall d'Usona, como Josep Carner. No se necesita demasiada imaginación para asociar a Mercè Rododendron con la autora de La plaça del Díamant. La feminista Núria Valls, por otra parte, recuerda a Montserrat Roig.En otro ámbito cultural, el cantante rojizo Domènec se asemeja a Raimon, mientras Lluís Plaf tiene bastante de Llach, y la mallorquina Blanca Alcover, de Maria del Mar Bonet. Entre los críticos, Xavier Roldá, director de Edicions Compromís, tiene mucho de Josep María Castellet.

Hay más personajes, claro. Arquitectos como Oriol Bohigas (Sergi Rabassa) o Ricardo Bofill (Bernardo Sunyer). Maruja Torres o Perich asoman con sus propios nombres, y el banquero Jordi Piñol, director de Banca Catalónia, tiene un más que sospechoso parecido con Jordi Pujol.