Cartas al director

Soria se muere

Soria se muere porque la están dejando morir. En Soria apenas quedan 90.000 personas en toda la provincia, 60.000 menos que a principios de siglo. La mayoría de esa gente es mayor, ancianos a los que les quedan pocos años de vida. Olvidada por los gobernantes, difuminada en barreras administrativas, ignorada por los propios castellanos, que desde Valladolid o Burgos sólo miran hacia Madrid, la vida se extingue de sus pueblos. La España moderna se ha olvidado de su esencia y aturdida por nacionalismos y terrorismos deja de lado a los que no necesitan matar para conseguir una identidad, a los qu...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Soria se muere porque la están dejando morir. En Soria apenas quedan 90.000 personas en toda la provincia, 60.000 menos que a principios de siglo. La mayoría de esa gente es mayor, ancianos a los que les quedan pocos años de vida. Olvidada por los gobernantes, difuminada en barreras administrativas, ignorada por los propios castellanos, que desde Valladolid o Burgos sólo miran hacia Madrid, la vida se extingue de sus pueblos. La España moderna se ha olvidado de su esencia y aturdida por nacionalismos y terrorismos deja de lado a los que no necesitan matar para conseguir una identidad, a los que no necesitan banderas y cantos para poder mirar de frente. Pero la modernidad no entiende de esas cosas y Soria se va desangrando, lenta pero inexorablemente. Y la fortuna quiso que en este año de fastos un soriano consiguiera la medalla más importante de toda la historia del olimpismo español, un símbolo de desarrollo y avance. Es simplemente el canto del cisne antes de expirar. Pero nadie pide que se haga nada probablemente porque nada puede hacerse y es que todos los que viajen a la vieja Soria volverán de allí con esa triste melancolía del que va a ver a un moribundo.- Madrid.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En