Sanidad considera un caso aislado la muerte por botulismo de un anciano en Madrid

La Consejería de Salud de la Comunidad de Madrid, a instancias del juzgado de Instrucción número 35, ha ordenado la intervención cautelar de las marcas de judías envasadas en cristal Conservas Martínez y Digsa, y otra de alcachofas enlatadas, Konig. Estos productos son los principales sospechosos del brote de botulismo que Iba causado ya un muerto y tres intoxicados graves en esta capital. Sin embargo, las autoridades sanitarias madrileñas, que ya ayer habían retirado del mercado 3.200 unidades de estas marcas, están convencidas de que el envenenamiento fue causado por un sólo envase de verdur...

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La Consejería de Salud de la Comunidad de Madrid, a instancias del juzgado de Instrucción número 35, ha ordenado la intervención cautelar de las marcas de judías envasadas en cristal Conservas Martínez y Digsa, y otra de alcachofas enlatadas, Konig. Estos productos son los principales sospechosos del brote de botulismo que Iba causado ya un muerto y tres intoxicados graves en esta capital. Sin embargo, las autoridades sanitarias madrileñas, que ya ayer habían retirado del mercado 3.200 unidades de estas marcas, están convencidas de que el envenenamiento fue causado por un sólo envase de verduras en conserva, concretamente de judías, y no por una partida completa.

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"Si creyéramos que afecta, a todo un lote ya habríamos avisado a la población para que tomara precauciones", aseguró ayer Ricardo García Herrera, director general de Prevención y Promoción de la Salud de la Comunidad de Madrid.'García Herrera afirmó que hasta finales de esta semana no estarán disponibles los resultados de los análisis que efectúa el Instituto Carlos III sobre las tres conservas que previsiblemente causaron el brote de botulismo. "Todos los indicios apuntan a que se trata de un bote y no de un lote", indicó.

El responsable sanitario basa su afirmación en las comprobaciones que ya se hicieron ayer en Madrid sobre los 3.200 envases de las marcas afectadas, retirados a raíz de la inspección de un 90% de los establecimientos de la Comunidad. Aún dentro del clima de mutismo, García Herrera centró las sospechas sobre alguna de las marcas de judías.

La dirección de la cadena de supermercados Alcampo emitió ayer un comunicado en el que aseguraba no tener constancia oficial "de que el producto causante de esta intoxicación haya sido adquirido en alguno de sus centros". La Administración sanitaria tampoco señaló esta cadena como punto de origen del envase en mal estado, como habían asegurado el día anterior algunos familiares de los afectados.

Las víctimas

Julián Huelves Manzano, la única víctima mortal del brote de botulismo, fue enterrado en la mañana de ayer en el cementerio de Vicálvaro. Las tres familiares del fallecido que permanecen ingresadas por la intoxicación alimentarla se encontraban en situación estacionaria, según el último parte médico facilitado por la Consejería de Salud.Carmen Morata Moreno, de 82 años, ingresada en el Instituto Carlos III, se encontraba consciente y sin fiebre, aunque con la afectación neurológica inicial. Asunción Morata Moreno, de 70 años, hermana de la anterior y esposa del fallecido, continuaba con respiración asistida en la UVI del Hospital de la Princesa, y había experimentado una ligera recuperación de la fuerza muscular. Su hija Asunción, de 28 años, ingresada en el mismo centro, presentaba ligera mejoría en su situación neurológica y en su afectación de los sistemas respiratorio y muscular.

En todas las comunidades autónomas se llevaba a cabo ayer una labor de inspección tras la información que recibieron a través del sistema de alerta alimentaria del Ministerio de Sanidad y Consumo. Este servicio, que funciona por fax, transmitió en la mañana del lunes las características epidemiológicas del caso, así como la lista con los nombres de las marcas afectadas para que se procediera a su inmovilización.

Al margen de las sanciones administrativas que puedan corresponder, el Código Penal prevé en su artículo 346 penas de hasta seis años de cárcel y multa de hasta tres millones de pesetas para "el productor, distribuidor o comerciante, que ofreciere en el mercado productos alimenticios omitiendo o alterando los requisitos establecidos en las leyes o reglamentos sobre caducidad o composición y pusiere en peligro la salud de los consumidores". En igual pena incurrirá, entre otros, el que "vendiese géneros corrompidos o fabricare o vendiere objetos en cuya composición se hubieren incorporado sustancias o productos de forma tal que resulte su uso nocivo para la salud".

Sobre la actuación de los facultativos que atendieron a la familia, la doctora Cristina Valdivieso, coordinadora del ambulatorio de la Seguridad Social al que pertenece la familia, dijo ayer que en la consulta del viernes sólo se atendió a Asunción Morata, ya que fue la única que solicitó atención. Según Valdivielso, el médico de urgencia que fue al domicilio el sábado "actuó correctamente".

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