El auténtico descubrimiento
El auténtico descubrimiento de Zubialde no es el de las pinturas rupestres, sino el del sistema seguido para verificarsu falsedad: lo que ya es conocido entre los expertos como el método Zubialde, cuya puesta en marcha ha costado más de 21 millones de pesetas.El método Zubialde, un complejo sistema de análisis físicos, químicos, geológicos, fotográficos, artísticos, anatómicos y de los sedimentos de las pinturas, ha demostrado su efectividad al desentrañar un fraude que llevaba camino de ser histórico.
Cuando en marzo de 1991 dos expertos del Museo Británico, Jill Cook y Peter Uc...
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El auténtico descubrimiento de Zubialde no es el de las pinturas rupestres, sino el del sistema seguido para verificarsu falsedad: lo que ya es conocido entre los expertos como el método Zubialde, cuya puesta en marcha ha costado más de 21 millones de pesetas.El método Zubialde, un complejo sistema de análisis físicos, químicos, geológicos, fotográficos, artísticos, anatómicos y de los sedimentos de las pinturas, ha demostrado su efectividad al desentrañar un fraude que llevaba camino de ser histórico.
Cuando en marzo de 1991 dos expertos del Museo Británico, Jill Cook y Peter Ucko, pidieron cautela ante el descubrimiento, y cuestionaron su autenticidad, las autoridades alavesas se propusieron despejar cualquier duda con "el mejor estudio que se pueda hacer". Así comenzó todo en abril de 1991.
El estudio más completo
En esa fecha se encargaron estudios monográficos sobre la historia del descubrimiento, la iconografia parietal y recursos expresivos de las pinturas, contextualización arqueológica, análisis del medio kárstico, roca soporte, análisis sedimentológicos (Manuel Hoyos, del CSIC), análisis integral de pigmentos y sistemas de aplicación de los colores (Michel Menu y Philippe Walter, del Laboratoire de Recherche des Musées de France, Louvre), análisis palinológicos y de interpretación del sedimento de la entrada a la cueva, análisis traceológico de los utensilios tallados (Universidad de Zaragoza), topografia, fotografías, análisis químicos y gráficos de diapositivas, y mapas.
La evaluación conjunta de los estudios parciales, coordinada por los expertos vascos Ignacio Barandiarán, Jesús Altuna y Juan María Apellaniz, descubrió que algunas piezas de sílex talladas procedían de fuera de la cueva. Que algunas figuras tenían errores. Que había restos de esponjas sintéticas. Y se identificaron cinco tipos de pigmentos rojos y cuatro negros. A todos estos trabajos hay que añadir el realizado por la Ertzaintza. El laboratorio de imagen de la policía autonómica vasca se encargó del estudio analítico de las diapositivas realizadas por el descubridor de la cueva, y éstas resultaron, finalmente, el hilo conductor que desentrañó el puzzle.
La investigación desarrollada por el equipo internacional -el método Zubialde- está siendo editada por la Diputación de Álava en varios idiomas, y será rernitida a final de mes a todos los especialistas. del mundo.