Dos escritores vascos conmueven el mercado editorial mexicano

Dos escritores noveles vascos, el matrimonio formado por Anabel Ochoa y Josu Iturbe, acaban de revolucionar el mercado editorial mexicano al anunciar la aparición de un libro de cuentos eróticos que rompe tabúes lingüísticos y una moralina de décadas en cuanto a palabras prohibidas en este país.Erotika-Tanatika contiene ocho cuentos, ambientados en el País Vasco español. Ochoa e Iturbe, bilbaínos afincados en México, tardaron cuatro años en encontrar editorial. Llamaron a todas las puertas, pero su obra escandalizaba. Al final, la editorial Premiá tiene ya el libro en imprenta con el co...

Dos escritores noveles vascos, el matrimonio formado por Anabel Ochoa y Josu Iturbe, acaban de revolucionar el mercado editorial mexicano al anunciar la aparición de un libro de cuentos eróticos que rompe tabúes lingüísticos y una moralina de décadas en cuanto a palabras prohibidas en este país.Erotika-Tanatika contiene ocho cuentos, ambientados en el País Vasco español. Ochoa e Iturbe, bilbaínos afincados en México, tardaron cuatro años en encontrar editorial. Llamaron a todas las puertas, pero su obra escandalizaba. Al final, la editorial Premiá tiene ya el libro en imprenta con el compromiso de respetar todas las palabras, algo insólito en México.

Ochoa, psiquiatra experta en medicina oriental, tiene una experiencia como narradora de cuentos filoeróticos en la revista mexicana Contigo. Pero sus trabajos son sometidos a la revisión de un censor, y eso que la revista es de lo más avanzado en México en cuanto a cuestiones del sexo. "Un día escribí 'tenía el cutis como el culito de un niño' y el censor lo sustituyó por 'el terciopelo de un arcángel'. Culo, en México, es palabra prohibidísima e implica a todos los genitales femeninos", explica.

El volumen está repartido entre cuatro cuentos de Iturbe y otros tanto de Ochoa. Iturbe, licenciado en Bellas Artes escogió el País Vasco del XIX: brujas, aquelarres y esoterismo de ambiente rural. Su compañera aborda temas del presente. Por ejemplo: las relaciones de un sacerdote y una adolescente a través del confesionario. Contrariamente a lo que generalmente ocurre, advierte su autora, es la adolescente la que descubre el sexo en las expresiones del sacerdote.