La Casa de América mostrará la cultura iberoamericana contemporánea
El palacio de Linares abre sus puertas el 25 de julio
Las vanguardias y la cultura contemporánea de los países iberoamericanos serán el eje central de la programación de la Casa de América, que se inaugura el 25 de julio en el rehabilitado palacio de Linares de Madrid, con la II Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno. El escritor Pedro Molina, director M Ateneo, una de las dos áreas de la Casa de América, pretende que las exposiciones y debates se hagan con una perspectiva de intercambio real entre España e Iberoamérica, dejando atrás el paternalismo y el enfoque de cultura protegida.
El objetivo de la Casa de América es, e...
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Las vanguardias y la cultura contemporánea de los países iberoamericanos serán el eje central de la programación de la Casa de América, que se inaugura el 25 de julio en el rehabilitado palacio de Linares de Madrid, con la II Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno. El escritor Pedro Molina, director M Ateneo, una de las dos áreas de la Casa de América, pretende que las exposiciones y debates se hagan con una perspectiva de intercambio real entre España e Iberoamérica, dejando atrás el paternalismo y el enfoque de cultura protegida.
El objetivo de la Casa de América es, en opinión de su director, el diplomático Miguel Arias, "dar a conocer en España toda la rica creatividad que hay en Iberoamérica en todos los campos, ya sea intelectual, artístico e intelectual". Para este fin, la Casa de América, que nace como un consorcio formado por el Ministerio de Asuntos Exteriores, el Ayuntamiento de Madrid y la Comunidad, cuenta con un equipo de 22 personas. Dos grandes áreas de trabajo conforman el centro: Tribuna Americana, a cuyo frente se encuentra el diplomático Ion de la Riva, y que pretende ser un foro para el debate político, institucional y académico; y el Ateneo cultural, dirigido por Pedro Molina.Las que fueron habitaciones particulares, salas de billar, bibliotecas y salones del marqués de Linares, alojarán a partir de ahora aulas de debate, seminarios y lecturas de poesía. Esta parte del palacio estará dedicada a las actividades de la Tribuna, en la que su director, Ion de la Riva, ha puesto un especial énfasis en la formación, como una manera de "apostar por el futuro, conocer la Iberoamérica de hoy como paso para transfigurar nuestro mañana". Así, el primer programa será un encuentro de 21 jóvenes iberoamericanos que trabajarán en Madrid a lo largo de los cinco días anteriores a la celebración de la cumbre y cuyas conclusiones serán trasladadas a los jefes de Estado y de Gobierno.
Para de la Riva, "no sólo de políticas gubernamentales vive el hombre, sino también de tangos de Gardel, de películas de Cantinflas o Glauber Rocha, de los libros del boom lationamericano, o de la salsa de Celia Cruz". Es desde esta perspectiva desde la que se acometerá la programación de la Casa de América. Para ello cuentan con una videoteca, una fonoteca en la que estarán archivadas músicas y compositores iberoamericanos; una biblioteca; una hemeroteca y una sala de prensa.
La temporada cultural se iniciará con un programa multidisciplinar, que bajo el lema México hoy, ofrecerá una radiografía de la actualidad social, política y cultural de aquel país. Una exposición colectiva con 75 obras de 16 jóvenes creadores mexicanos un ciclo de cine retrospectivo y actual, un debate sobre el arte contemporáneo en México, así como recitales, conciertos y obras de teatro son algunas de las muestras que presentará este programa. Para ello disponen de 400 metros cuadrados en las principales salas de exposición situadas en el pabellón de Caballerizas, y que de forma ocasional puede extenderse a los 1.000 metros cuadrados; un auditorio y un minicine.
Salas bizantinas para uso de mecenas
La Casa de América, como centro institucional, gozará de un presupuesto aportado en su mayor parte por el Ministerio de Asuntos Exteriores. La colaboración económica de los otros dos organismos que conforman el consorcio, el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid, será más reducida y estará vinculada a programas concretos de las instituciones madrileñas. Cuando, el 25 de julio, el rey Juan Carlos reciba en el salón de baile del palacio de Linares a los jefes de Estado y de Gobierno de la II Cumbre Iberoamericana, la casa de América habrá arrancado con un proyecto de 6.000 millones de pesetas, conformado en su totalidad en la permuta, rehabilitación y obras del palacete de 1870 del Marqués de Linares.A partir de entonces, las cifras dependerán de los presupuestos de Exteriores y de la financiación privada, que impulsa el gerente del centro, Eliseo Cuadrado. Para el ano próximo, la previsión de presupuesto ronda los 800 millones de pesetas, de los que se espera que 200 o 300 millones provengan de aportaciones indirectas. Para ello, la gerencia de la Casa de América ha creado un patronato en el que ya hay 10 grandes empresas comprometidas que aportarán anualmente 15 millones de pesetas. De esta manera, los mecenas podrán utilizar las espléndidas salas bizantinas o los salones pompeyanos para sus proyectos concretos. Sólo con una limitación muy clara: todas las actividades que se realicen tienen que estar relacionadas con Iberoamérica.
El temor de que las celebraciones del 92 y la importancia que en estos momentos tienen los países iberoamericanos caiga en el olvido administrativo dentro de unos años y la Casa de América se convierta en un suntuoso palacete para uso indiscriminado de representaciones empresariales flota en el ambiente. Sin embargo, el director del centro, el diplomático Miguel Arias, asegura: "Iberoamérica debe estar siempre muy presente. La Casa de América nace en el 92, pero con una total vocación de permanencia. Será una de las cosas que trasciendan al 92, mantendrá la llama del contacto entre todos los países iberoamericanos".