Los Sert quieren la Exposición de París en el pabellón de la República

El ayuntamiento de Barcelona prefiere exhibir la arquitectura de la Ciudad Olímpica

La reconstrucción del pabellón de la República, obra original de Josep Lluís Sert y Luis Lacasa, que se realiza en el área del Vall d'Hebron de Barcelona, estará terminada previsiblemente el próximo mes de abril. Para la inauguración hay dos propuestas diferentes que enfrentan a la familia Sert con el Ayuntamiento de Barcelona. Los Sert proponen una exposición artística de vanguardia que vincule ideológica y formalmente la reconstrucción con su original y el municipio quiere exponer las realizaciones arquitectónicas de la Barcelona olímpica.

La propuesta de Francisco de Sert y María del...

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La reconstrucción del pabellón de la República, obra original de Josep Lluís Sert y Luis Lacasa, que se realiza en el área del Vall d'Hebron de Barcelona, estará terminada previsiblemente el próximo mes de abril. Para la inauguración hay dos propuestas diferentes que enfrentan a la familia Sert con el Ayuntamiento de Barcelona. Los Sert proponen una exposición artística de vanguardia que vincule ideológica y formalmente la reconstrucción con su original y el municipio quiere exponer las realizaciones arquitectónicas de la Barcelona olímpica.

La propuesta de Francisco de Sert y María del Mar Arnús, a quien se debe la iniciativa de la reconstrucción del pabellón español de la Exposición Internacional de París de 1937, prevé que durante la celebración de los Juegos Olímpicos se expongan una veintena de obras de diversos artistas, entre los que se cuentan Pierre Alechinski, Eduardo Arroyo, Francis Bacon, Louise Bourgeois, Eduardo Chillida, Jasper Johns, Pablo Palazuelo, Antoni Tápies y Emilio Vedova -todos ellos herederos ideológicos y formales de todo lo que simbolizó en su momento el movimiento moderno, del que el pabellón fue un ejemplo significativo- La propuesta ha sido entregada al IMPU -gestor del proyecto-, al Ayuntamiento de Barcelona y a Olimpíada Cultural.La iniciativa de la familia Sert se produce a cuatro meses de la fecha prevista para el término de los trabajos de edificación del pabellón -dirigidos por el arquitecto Juan Miguel Hernández de León- y después de que parece descartado definitivamente que algunas de las obras originales expuestas en París en el año 1937 puedan viajar o reproducirse en Barcelona a tiempo para la cita olímpica.

Problemas técnicos

Problemas técnicos y burocráticos hacen muy difícil que la fuente de mercurio de Calder, la Montserrat de Julio González o las esculturas de Picasso o Alberto puedan formar parte de la reconstrucción. Diferente es, sin embargo, el caso del Gernika: los responsables municipales y la familia Sert no descartan que el cuadro pueda ser expuesto durante algunos de los días olímpicos. Sin embargo, el Ministerio de Cultura sostiene que hay dificultades técnicas para trasladar el cuadro sin perjudicarlo y problemas políticos (la villa de Guernika también reclama la obra).Los Sert consideran que aún hay tiempo para organizar una exposición que, sobre el papel, se presenta complicada: "Si empezamos a trabajar en enero", dicen, "Ilegaríamos a tiempo. Aunque habría que contar con el apoyo institucional para que facilitara el préstamo de algunas de las obras".. Sus cálculos respecto al coste se sitúan en unos 50 millones de pesetas, que incluyen la edición de un vídeo explicativo sobre la génesis y características del pabellón y su contextualización histórica.

Su voluntad choca, sin embargo, con la actitud del IMPU y del propio Ayuntamiento de Barcelona, que prefieren que sea una exposición sobre los proyectos urbanísticos de la Barcelona olímpica la que inaugure el pabellón. El responsable del IMPU, José Antonio Acebillo, explicó a este diario que muchas de las realizaciones arquitectónicas de la ciudad no podrán ser visitadas con facilidad durante los Juegos Olímpicos y que una exposición sobre ellas paliaría el inevitable problema: "Cuando un ciudadano de Osaka venga a Barcelona el año que viene", dijo, "no le podremos enseñar, por razones de seguridad, la villa olímpica, y es evidente y lógico que algo debemos hacer para complacer su interés".

El uso definitivo que se dará al pabellón presenta también la misma dialéctica entre lo cívico y lo artístico. El Ayuntamiento de Barcelona pretende convertir el pabellón en una biblioteca y un parque de esculturas.

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