Kazajstán pretende mantener sus armas nucleares

El secretario de Estado norteamericano, James Baker, en gira por cinco repúblicas de la antigua URSS, ha tenido la primera sorpresa desagradable en Kazajstán: esta república piensa mantener sus armas nucleares si Rusia no se desnucleariza. Bielorrusia le reiteró ayer que no desea tener armamento atómico, al igual que Ucrania, última etapa de su viaje por la antigua URSS. El secretario de Estado, que ha centrado sus conversaciones en el tema nuclear, también ha dado gran importancia a las perspectivas de la fundada el pasado 8 de diciembre por los presidentes dé Bielorrusia, Rusia y Ucrania....

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El secretario de Estado norteamericano, James Baker, en gira por cinco repúblicas de la antigua URSS, ha tenido la primera sorpresa desagradable en Kazajstán: esta república piensa mantener sus armas nucleares si Rusia no se desnucleariza. Bielorrusia le reiteró ayer que no desea tener armamento atómico, al igual que Ucrania, última etapa de su viaje por la antigua URSS. El secretario de Estado, que ha centrado sus conversaciones en el tema nuclear, también ha dado gran importancia a las perspectivas de la fundada el pasado 8 de diciembre por los presidentes dé Bielorrusia, Rusia y Ucrania.

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Durante la visita realizada el martes por Baker a Kazajstán, el líder de esta república, Nursultán Nazarbáiev, declaró que él había conversado con el presidente ruso, Boris Yeltsin, sobre la posibilidad de que tanto Rusia como Kazajstán mantuvieran armas nucleares emplazadas en su territorio. Un poco antes, Seitkazí Matáiev, portavoz de Nazarbáiev, había dicho que su república apoyaba la idea de "destruir completamente las armas atómicas", pero agregó que si Rusia insistía en tener semejantes armas en su territorio, Kazajstán también las conservaría en el suyo.

Nazarbáiev aseguró que si la cumbre de dirigentes republica nos que se realizará en Almá Atá este fin de semana tiene éxito, propondrá que las cuatro repúblicas con armamento nuclear firmen un tratado para su control centralizado. El líder kazajo espera que por lo menos nueve repúblicas del ex imperio soviético participen en la cumbre de Almá Atá para integrarse en la CEI, que entonces pasaría a llamarse Comunidad Euroasiática de Estados Independientes.

Sin embargo, como dijo el lunes Amuar Alimzhánov, presidente de una de las cámaras del Parlamento de la extinta URSS, las repúblicas centroasiáticas tienen un paquete de enmiendas que proponer al Acuerdo de Minsk por el que se fundó Comunidad de Estados Independientes y, al parecer, ya se están integrando sin esperar los resultados de este fin de semana. Así, el Consejo Interrepublicano de las repúblicas centroasiáticas, reunido en Ashjabad, capital de Turkmenistán, acordó coordinar las reformas económicas comunes "tomando en consideración los intereses de cada república soberana". El lunes, inmediatamente después de la cumbre de Alma Atá, se celebrará otra reunión de este consejo.

Guenadi Búrbulis, primer viceprimer ministro ruso, declaró ayer en Moscú que Armenia, Kazajstán, Kirguizistán, Tayikistán y Turkmenistán ya han anunciado su intención de ingresar en la nueva comunidad, y que posiblemente Uzbekistán también se integrará en ella. Moldavia —en cuyo territorio hoy coexisten tres presidentes: el moldavo y los de las autoproclamadas repúblicas del Trandsniéster y de Gagaúzia— no lo puede hacer en este momento debido a lo complejo de su situación interna, señaló.

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La estructura de la CEI

Búrbulis dijo ayer en conferencia de prensa que existen varios proyectos sobre la formación de los órganos coordinadores de la CEI. El más realista, según él, es el que establece que el Consejo de Jefes de Estado y de Gobierno será el órgano máximo de la Comunidad, la cual, además, tendrá un Consejo de Defensa y una serie de estructuras que garanticen "una dinámica y correcta transición desde las viejas estructuras de poder" (como, por ejemplo, el Comité Económico Interrepublicano, que preside Iván Siláiev y que actuaba como Gobierno de la URSS).

La reunión que Yeltsin mantuvo el martes con el presidente soviético, Mijaíl Gorbachov —en la que éste aceptó por fin que la URSS dejara de existir este año— "fue completamente distinta a las otras", señaló Búrbulis. "En qué medida Mijaíl Gorbachov participará en el futuro desarrollo de los acontecimientos es algo que depende de él. Nosotros somos partidarios de una alta ética en esta compleja situación. En todo caso, sentimos un profundo respeto por Mijaíl Gorbachov en su calidad de presidente y de político", agregó.

Gorbachov se reunió ayer con los jefes de ambas cámaras y de las comisiones del Parlamento de la antigua URSS y sugirió que el legislativo se reuniera una última vez para "anunciar la transferencia del poder a una nueva estructura interestatal". El Sóviet de las Repúblicas (la cámara alta) aprobó ayer una resolución de apoyo a la CEI. Gorbachov, que por el momento no ha sido invitado a la cumbre de Almá Atá, ha enviado una carta a sus participantes en la que les pide hacer la transición de acuerdo con la Constitución y la ley y propone enmiendas al Acuerdo de Minsk.

Tras la reunión con Baker, el presidente del Parlamento bielorruso, Stanislav Shuskévich, confirmó que su república sería una zona desnuclearizada. "Pero esto es algo que no se hace de inmediato. Por eso, el proceso puede ser largo. A propósito, su duración depende también del grado en que la posición de Bielorrusia sea reconocida en el mundo, y en particular en EE UU", dijo Shuskévich.

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