El Grupo de Río se felicita por haber conseguido apuntalar la democracia en América Latina

El presidente de Colombia, César Gaviria, dijo ayer en Cartagena de Indias que el Grupo de Río puede sentirse orgulloso, cinco años después de su creación, por haber cumplido "la misión más trascendental y delicada" que se propuso: "Apuntalar el proceso de democratización en la región". Gaviria, anfitrión de la cumbre latinoamericana, proclamó, sin hacer mención a Cuba: "Ya prácticamente no quedan vestigios de un pasado de autoritarismo y dictadura".

ENVIADO ESPECIAL El centro de convenciones de la localidad caribeña de Cartagena de Indias fue escenario ayer del primer encuentro de tr...

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El presidente de Colombia, César Gaviria, dijo ayer en Cartagena de Indias que el Grupo de Río puede sentirse orgulloso, cinco años después de su creación, por haber cumplido "la misión más trascendental y delicada" que se propuso: "Apuntalar el proceso de democratización en la región". Gaviria, anfitrión de la cumbre latinoamericana, proclamó, sin hacer mención a Cuba: "Ya prácticamente no quedan vestigios de un pasado de autoritarismo y dictadura".

ENVIADO ESPECIAL El centro de convenciones de la localidad caribeña de Cartagena de Indias fue escenario ayer del primer encuentro de trabajo de esta nueva reunión de los 11 presidentes del Grupo de Río (México y el conjunto de los Estados suramericanos), que se extiende también en esta ocasión a dos invitados excepcionales: el presidente de Costa Rica, Rafael Ángel Calderón, y el primer ministro de Jamaica, Michael Manley.La ciudad ha quedado prácticamente paralizada con la presencia de los mandatarios extranjeros, y de aproximadamente 1.500 efectivos, entre soldados del Ejército y agentes de policía.

Vestidos informalmente, con predominio de guayaberas y la nota singular proporcionada por el argentino Carlos Menem, que empleó en el acto inaugural indumentaria casi deportiva, se inició ayer la sesión con un breve discurso de Gaviria. El presidente colombiano dijo que "aunque nadie puede garantizar que el espectro de la dictadura ha desaparecido para siempre, sí, en cambio, existe en América Latina un clima nuevo y se respira aire fresco: hemos cerrado una primera etapa en el proceso de democratización, y la democracia ha echado raíces y se afianza".

Gaviria hizo un recorrido de los cinco años transcurridos desde que se creó el Grupo de Río, y precisó que, con tantos cambios y transformaciones experimentados en el mundo recientemente, hoy todo es distinto, si bien el propósito de integración es mayor. "Estamos en un mundo en transición. Queremos que América Latina y el Caribe sean partícipes y protagonistas del nuevo orden internacional. Para ello no basta con la voluntad nacional. Es necesario construir permanentemente un consenso regional para que con una sola voz se represente la misión común de nuestros países".

En opinión de Gaviria, el desafío de América Latina consiste en incrementar su influencia en el mundo para que el sistema internacional sea más justo y más sensible a sus intereses. "Se trata de que en el nuevo orden tengamos los instrumentos necesarios para trabajar en favor de la paz, la democracia, la apertura de los mercados y la transferencia de tecnología, y por la prosperidad y por el bienestar de nuestras gentes".

Haití y Cuba

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Los presidentes, reunidos a puerta cerrada, comenzaron, tras el acto inaugural, a discutir la agenda de trabajo, donde sobresalen aspectos muy concretos sobre la situación que padece actualmente Haití, la grave crisis que se cierne sobre Cuba y la necesidad de llegar a acuerdos concretos sobre el narcotráfico.Con excepción de Cuba, donde la prudencia de unos países y el arrojo de otros por condenar el sistema comunista que lidera Fidel Castro han creado una división en el tratamiento de lo que está ocurriendo en la isla, hubo unanimidad para rechazar la farsa de la convocatoria electoral de Haití y para crear mecanismos continentales encaminados a erradicar el narcotráfico. En cuanto a Haití, los presidentes han decidido ya reforzar el embargo comercial al régimen golpista de Puerto Príncipe.

El pronunciamiento que sobre Cuba deberá hacerse hoy en la declaración final encontró, sorpresivamente, en el acto inaugural una incómoda presión: la de la Plataforma Democrática Cubana, que encabeza el opositor Carlos Alberto Montaner, que se instaló ayer en un hotel de Cartagena de Indias con otros ocho dirigentes del exilio para reclamar a los presidentes que apoyen el establecimiento del diálogo entre el régimen de La Habana y la disidencia.

Montaner habló ayer con el presidente de Costa Rica, su principal valedor en esta cumbre, garantizándole la llegada de una carta al resto de los presidentes en la que denuncia la oleada represiva contra la disidencia interior de la isla y exige que el diálogo del régimen cubano no debe ser con Estados Unidos, como propicia el Grupo de los Tres (México, Venezuela y Colombia), sino con la oposición.

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