DIA MUNDIAL DEL SIDA

"La OMS alarma con datos erróneos"

"España facilita las cifras resultantes de sumar todos los casos acumulados desde que se conoce el sida porque hay un compromiso en ese sentido con la OMS", dice Clavero. "Pero las cosas no se suman de esa manera, y tanto a mí como a otros sanitarios nos molesta esa forma de contar, y recogemos también las cifras reales de la enfermedad. Es decir, los casos nuevos diagnosticados y registrados cada año". Como prueba de que la información sobre el sida transgrede las normas de la epidemiología, Gerardo Clavero señala que del resto de patologías -hepatitis B o tuberculosis, por ejemplo- la...

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"España facilita las cifras resultantes de sumar todos los casos acumulados desde que se conoce el sida porque hay un compromiso en ese sentido con la OMS", dice Clavero. "Pero las cosas no se suman de esa manera, y tanto a mí como a otros sanitarios nos molesta esa forma de contar, y recogemos también las cifras reales de la enfermedad. Es decir, los casos nuevos diagnosticados y registrados cada año". Como prueba de que la información sobre el sida transgrede las normas de la epidemiología, Gerardo Clavero señala que del resto de patologías -hepatitis B o tuberculosis, por ejemplo- la OMS ofrece sólo los casos aparecidos el último año. Otra diferencia, sólo en el sida se señala, simultáneamente a las estimaciones de probables enfermos en años venideros el cómputo de muertos en fechas pasados."Esa cuantificación amplifica la incidencia e incita a la confusión, por eso digo muchas veces que el sida se transmite por los periódicos. Cuando te preguntan, por ejemplo, ¿cuántos zapatos tienes?, tú dices los que tienes en ese momento, no todos los que has tenido a lo largo de tu vida", dice Clavero.

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Llevado al terreno práctico, esto significa que la cifra de 10.101 casos de sida proporcionada por Sanidad no es real. En primer lugar, 3.989 de esos enfermos han fallecido; por tanto, los enfermos de sida que hay hoy en España son 6.112. Además, para conocer la incidencia que ha tenido este año la enfermedad habría que separar los diagnosticados en 1991 -797 hasta el pasado mes de julio- de los aparecidos en años anteriores. Así, en 1990 se recogieron 2.613 enfermos de sida, pero Sanidad señalaba a finales de año un cómputo global de 7.049 casos.

Como probable causa de esa disparidad de tratamiento entre el síndrome y otras patologías, el secretario general del Plan Nacional del Sida apunta que "parece existir una política en la Dirección General de la OMS y otra distinta en el Programa Global sobre el Sida creado por esa organización". Éste está dirigido por el norteamericano Michael Merson, y no hay que olvidar que en EE UU se detectaron los primeros enfermos, encabezando desde 1981 en cifra de afectados la lista de países desarrollados.

Hambre y tuberculosis"Hay toda una estructura puesta a disposición del sida que necesita mantenerse. El problema es grave, es cierto, pero creo que no hay que perder de vista que muchas de las inmunodeficiencias obedecen a factores causales, corno la tuberculosis y el hambre. El sida ha venido a agravar los males de África, pero no debe ser el único protagonista: el problema real es la catastrófica situación económica y social".

Como ejemplo del papel que desempeña el factor económico en la extensión de la epidemia, Clavero señala que para evitar el riesgo de transmisión del VIH por la leche materna -un estudio publicado este año por la revista New England Journal of Medicine recogía, por primera vez, siete casos probables- se ha propuesto la utilización de amas de cría sanas. "Pero eso es imposible de llevar a la práctica por la desnutrición de la embarazada africana".A Gerardo Clavero le preocupa también que "se haya llegado realmente al techo en cuanto al control de la sangre". Éste fue el principal vehículo de contagio los primeros años de la pandemia, hasta que en 1985 se fijó la obligatoriedad de la prueba en todas las donaciones.

Sangre sin control"En marzo pasado, durante una visita a San Pedro Sula, segunda ciudad de Honduras, nos decían que sólo analizan el 20% de la sangre porque no tienen dinero para comprar los reactivos necesarios. En África, la situación es similar, y muchas veces la transfusión se realiza brazo a brazo. En esas condiciones no es posible la asepsia, pasa de todo".

Salvo en las donaciones de sangre, la realización de la prueba del sida de forma obligatoria a grupos de población, como las embarazas, le parece algo "extraordinariamente grave". "Hay un derecho constitucional a la intimidad, y se necesita un consentimiento informado para realizar la prueba, aunque hay que señalar que en España ese consentímiento es verbal -con lo cual no hay control real- y en Estados Unidos, escrito".

Límites morales

Para Gerardo Clavero, secretario general del Plan Nacional del Sida desde 1990, la variable más importante a tener en cuenta en la transmisión del VIH es la geográfica, seguida de las prácticas de riesgo. Entre éstas, el consumo de drogas por vía intravenosa es la más frecuente en España. Ambas variables deben tenerse en cuenta a la hora de valorar la realización de pruebas de sida. "Podría aceptarse que se sugiera la prueba a las mujeres embarazadas en las ciudades donde hay más casos de sida, pero manteniendo siempre la voluntariedad de la misma", afirma Clavero.Tras esto, Clavero sitúa la frontera de esa voluntariedad en las cárceles. "Es cierto que a los presos se les plantea que es una decisión libre realizarse los análisis, pero uno no puede dejar de cuestionarse hasta qué punto se sienten coaccionados en ese ambiente. Este es un límite moral, ético, que creo que debería debatirse teniendo siempre como objetivo la defensa de los derechos humanos". La frontera, en caso de marcar límites desde un punto de vista epidemiológico, estaría, a su juicio, en las embarazadas. "Yo creo que los centros de planificación familiar tienen en este terreno una asignatura pendiente. Debería promocionarse la prueba para que toda embarazada pueda tomar la decisión de interrumpir la gestación si la prueba es positiva", afirma. Esta opción la plantea el secretario general del Plan del Sida sobre el telón de fondo de un dato clave: España es el tercer país de Europa en sida pediátrico, precedido tan sólo por Rumania e Italia.

Para el secretario general del Plan Nacional del Sida, la política sobre esta enfermedad no es autónoma. "Los especialistas pueden hacer poco si no mejora la situación de la drogadicción. El sida es un producto de la droga y el problema más grave es el narcotráfico. Son tres escalones: narcotráfico, drogadicción y sida.

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