Guerra se desmarca del Gobierno en varios frentes y trata de ocupar un espacio populista de izquierda

El vicesecretario general del PSOE, Alfonso Guerra, está tratando de ocupar un espacio político populista de izquierda dentro del partido frente al ministro de Economía, Carlos Solchaga, al que utiliza como polo de referencia, y por extensión a Felipe González, avalista de la política económica que dirige Solchaga. Ésta es la primera lectura política que distintas familias socialistas hacen del enfrentamiento entre González y Guerra a causa de la reconversión minera de Hunosa. Pero la actitud crítica de Guerra hacia el Gobierno no se ciñe exclusivamente al terreno económico, sino que se extien...

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El vicesecretario general del PSOE, Alfonso Guerra, está tratando de ocupar un espacio político populista de izquierda dentro del partido frente al ministro de Economía, Carlos Solchaga, al que utiliza como polo de referencia, y por extensión a Felipe González, avalista de la política económica que dirige Solchaga. Ésta es la primera lectura política que distintas familias socialistas hacen del enfrentamiento entre González y Guerra a causa de la reconversión minera de Hunosa. Pero la actitud crítica de Guerra hacia el Gobierno no se ciñe exclusivamente al terreno económico, sino que se extiende a otros frentes.

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La posición crítica de Guerra hacia la política del Gobierno sobre la reconversión de la minería asturiana era conocida en ámbitos del PSOE, en los que el vicesecretario general ya se había manifestado. En una reunión celebrada antes de la festividad del Pilar con dirigentes socialistas aragoneses -entre los que figuraban el secretario general de Aragón, el alcalde de Zaragoza y el presidente de la Diputación-, Guerra se expresó con dureza sobre la actitud de Felipe González sobre la reconversión minera. La posición crítica de Alfonso Guerra hacia el Gobierno no se ciñe a la reconversión minera. Guerra criticó en una reunión de secretarios de política institucional la escasez de recursos económicos previstos para los ayuntamientos en los Presupuestos Generales del Estado para 1992.

Otros frentes

Estas discrepancias se suman a otras anteriores sobre, por ejemplo, el desarrollo de las autonomías -Guerra se ha mostrado poco favorable a que la Administración central ceda nuevas y amplias competencias a las comunidades- y están suscitando muy serias preocupaciones" en destacados dirigentes del PSOE, según reconocieron ayer algunos secretarios regionales. Su posición favorable a potenciar los municipios frente a las autonomías se interpreta en el PSOE como un intento de segar la hierba bajo los pies de los barones regionales. Francisco Vázquez, conocido guerrista, es el candidato a presidir la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP).

La posición de Guerra aparece cada vez más marcada. Esto es reconocido por una mayoría de representantes de las familias socialistas, situadas tanto a su derecha como a su izquierda. Manuel de la Rocha, de Izquierda Socialista, dice que el conflicto entre González y Guerra, con motivo de la reconversión minera, "enfrenta una concepción del socialismo frente a otra; el respaldo a la empresa pública o a la privada". "Asturias ha sido siempre un territorio de fuerte implantación socialista y el cierre de dos empresas públicas, eje de la economía de la región, está claro que preocupa, por sus consecuencias electorales, más a Guerra que a González o Carlos Solchaga", añade De la Rocha.

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Apolinar Rodríguez, portavoz de UGT, afirma: "En el tema de la reconversIón minera se está produciendo una división entre la sensatez y la insensatez y no entre indocumentados y documentados como parece que quiere reflejarse". El portavoz de UGT dice: "No es que Alfonso Guerra haya cambiado de postura. Lo que ha sucedido es que Solchaga y Felipe González se han desplazado a la derecha. En la anterior reconversión, González se situó en el punto de equlibrio y esta posición finalizó en la etapa de recuperación económica".

También en política exterior, Alfonso Guerra se ha desmarcado públicamente de la posición española en la guerra del Golfo. En unas declaraciones publicadas en el diario El Sol, Guerra decía: "No puedo estar de acuerdo con que para detener a un irresponsable como Sadam Hussein, Estados Unidos haya montado un ejército imperial al modo romano y que, al modo romano, tenga que ser pagado por las provincias del imperio".

En el campo ideológico, cabe recordar el enfrentamiento con Solchaga en la sesión del Comité Federal del PSOE de hace un mes, en la que se abordó la caída del comunismo.

Joaquín Leguina, presidente de la Comunidad de Madrid y vinculado al llamado clan de Chamartín, defendió ayer la necesidad de que el PSOE responda "a un proyecto ilusionante y que evite el absurdo enfrentamiento al que parecen impelidos unos sectores contra otros. "Lo que el PSOE tiene que debatir", defendió, "es un proyecto de articulación para España, que afronte, sin actitudes defensivas, el desarrollo del Estado autonómico o la promoción social, y por tanto no estrictamente económica, de capas que ven cegadas las vías para esa promoción".

[Txiki Benegas, secretario de Organización del PSOE, dijo ayer que las intervenciones que se produjeron en la ejecutiva federal del pasado martes sobre el conflicto de Hunosa estuvieron "alejadas del tono de tensión que algunos medios de información han imputado". EL PAÍS publicó el pasado domingo una información en la que se aseguraba que la crisis minera motivó un acalorado enfrentamiento" entre Guerra y González].

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