La Iglesia anglicana boicotea el Nescafé por la actuación de Nestlé en el Tercer Mundo

Los feligreses de la Iglesia anglicana no deben comprar ni consumir Nescafé. Al menos hasta que el fabricante del producto, la poderosa compañía suiza Nestlé, deje de suministrar gratuitamente a los hospitales del Tercer Mundo leche envasada sustitutiva de la leche materna. El boicoteo acaba de ser decidido por el Sínodo General Anglicano, reunido en la Universidad de York (Inglaterra), y será recordado en las ceremonias religiosas a partir de este fin de semana.

Esta decisión es la más radical adoptada nunca por la Iglesia anglicana. Fue propuesta por Wendy Geen, una funcionaria de la ...

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Los feligreses de la Iglesia anglicana no deben comprar ni consumir Nescafé. Al menos hasta que el fabricante del producto, la poderosa compañía suiza Nestlé, deje de suministrar gratuitamente a los hospitales del Tercer Mundo leche envasada sustitutiva de la leche materna. El boicoteo acaba de ser decidido por el Sínodo General Anglicano, reunido en la Universidad de York (Inglaterra), y será recordado en las ceremonias religiosas a partir de este fin de semana.

Esta decisión es la más radical adoptada nunca por la Iglesia anglicana. Fue propuesta por Wendy Geen, una funcionaria de la parroquia de Leicester, que instó a sus correligionarios -obteniendo un abrumador apoyo a unirse a la campaña iniciada por un grupo de presión denominado Acción para la Leche Infantil. Geen afirmó que el uso de leche envasada en numerosos hospitales del Tercer Mundo, como sustitutivo de la leche materna, causa indirectamente la muerte de más de un millón de bebés cada año, de acuerdo con un informe del Fondo para la Infancia de las Naciones Unidas. Las causas de la mortandad son dos, dice el informe. Una, que la leche envasada carece de los anticuerpos que proporciona la leche materna, por lo que las defensas de los niños son menores ante las enfermedades. La otra, que una vez habituados los lactantes a la leche en polvo proporcionada en el hospital, a las madres les resulta dificil hallar el producto y, sobre todo, agua en buenas condiciones higiénicas para prepararlo cuando vuelven a sus lugares de residencia.El informe de la ONU en el que se basa el boicoteo señala que la creciente tendencia a sustituir la lactancia materna por los biberones resulta en términos generales muy perjudicial, y aporta la cifra de un millón de niños fallecidos en 1990 que podrían haber sobrevivido con la leche materna. La Organización Mundial de la Salud (OMS) aprobó recientemente un código de conducta para la industria alimentaria que restringe al máximo las prácticas de mercadotecnia destinadas a introducir alimentos infantiles en los mercados, especialmente en los países pobres.

Un portavoz británico de Nestlé negó inmediatamente que el envío gratuito de leche respondiera a una estrategia para crear mercados. Ralph Claydon, jefe de asuntos corporativos de la multinacional alimentaria en el Reino Unido, manifestó que la leche suministrada al Tercer Mundo suponía "apenas un 1% de nuestras ventas mundiales" y se entregaba "a petición de los propios hospitales". El portavoz calificó el boicoteo de "desafortunado" y añadió: "No creemos que esta decisión tenga un efecto significativo sobre nuestras ventas. Es la gente la que debe tener sus propias opiniones".

La funcionaria anglicana Wendy Geen explicó ante el Sínodo que el Gobierno británico prohibe a los fabricantes la distribución gratuita de leche en los hospitales del país, ateniéndose a las recomendaciones de la OMS. "Nestlé no es el único fabricante pero es especialmente señalado por ser el líder del mercado".

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