Bertelsmann difunde su nuevo proyecto de biblioteca popular

La Fundación Bertelsmann ha iniciado conversaciones con el Ayuntamiento de Barcelona para crear una biblioteca popular que incorporaría las técnicas de la mercadotecnia empresarial y una política agresiva de captación de usuarios. Barcelona a contar en 1994 con un centro de estas características, similar al que ya funciona desde hace poco más de un año en Alcudia (Mallorca) y desde hace años en la ciudad alemana de Gütersloh.

"La experiencia en Alcudia ha sido un éxito y estoy dispuesto a demostrar por segunda vez en España que este modelo es factible y viable", manifestó el miércoles e...

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La Fundación Bertelsmann ha iniciado conversaciones con el Ayuntamiento de Barcelona para crear una biblioteca popular que incorporaría las técnicas de la mercadotecnia empresarial y una política agresiva de captación de usuarios. Barcelona a contar en 1994 con un centro de estas características, similar al que ya funciona desde hace poco más de un año en Alcudia (Mallorca) y desde hace años en la ciudad alemana de Gütersloh.

"La experiencia en Alcudia ha sido un éxito y estoy dispuesto a demostrar por segunda vez en España que este modelo es factible y viable", manifestó el miércoles en Barcelona Reinhard Mohn, presidente de la Fundación Bertelsmann y de Bertelsmann AG, una de las diez primeras empresas de la comunicación en el ámbito mundial.Mohn pronunció una conferencia en la Universidad de Barcelona en el marco de los actos organizados en el marco de la Nit de l'Edició. En una conferencia de prensa posterior, el magnate de la prensa alemán aseguró que las conservaciones con el Ayuntamiento de Barcelona para la creación del nuevo centro comenzaron, a iniciativa suya, a principios de año.

"En estos momentos estamos buscando un edificio adecuado para dar cabida a la biblioteca", dijo Mohn. "En principio, la ciudad aportaría el edificio y nosotros el equipamiento, parte del fondo bibliográfico y nos encargaríamos de la gestión y la aplicación de la nueva metodología", agregó el industrial alemán.

Aunque confesó que el Ayuntamiento de Barcelona no se había mostrado especialmente receptivo ante su propuesta -"el potencial evolutivo del sector público es prácticamente nulo", dijo-, Mohn adelantó que en el mes de julio se reanudarán las conversaciones con los gestores municipales y, según sus previsones, a finales de año podría firmarse ya el convenio. "Después quedarían dos años para ponerlo en marcha, ya que hay que equipar el edificio, formar al personal y organizar la gestión. Si todo va bien, es posible que a finales de 1994 pueda empezar a funcionar", añadió.

La filosofía de Mohn es que las bibliotecas tienen que funcionar de forma parecida a las empresas, es decir, yendo a buscar al usuario, incitándole con actividades paralelas a que visite el centro y, una vez allí, facilitándole el acceso a los libros de manera directa sin tener que pasar por los trámites de espera.

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