Tribuna:

Camino hacia la modernización

YUAN TAOAyer se cumplió el 40' aniversario de "Ia liberación pacífica del Tíbet", según la expresión utilizada por el autor, quien, con este motivo, alude a la situación del territorio y afirma que en ese periodo de tiempo la región ha experimentado "cambios históricos en la política, en la economía y en otros aspectos".

Acaba de cumplirse el 40º aniversario de la liberación pacífica de Tíbet. Durante estos últimos 40 años, se han experimentado allí grandes cambios históricos en la política, economía y otros aspectos de la región.En el aspecto económico, la producción agrícola y ganadera, sector vertebral de la economía tibetana, se han desarrollado en forma acelerada. La producción de granos se elevó de 150 millones de kilos en 1959, antes de la reforma democrática, a 550 millones de kilos en 1990. La producción ganadera, a pesar de una gravísima calamidad de nieve, rara vez vista en los últimos 100 años, pro...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Acaba de cumplirse el 40º aniversario de la liberación pacífica de Tíbet. Durante estos últimos 40 años, se han experimentado allí grandes cambios históricos en la política, economía y otros aspectos de la región.En el aspecto económico, la producción agrícola y ganadera, sector vertebral de la economía tibetana, se han desarrollado en forma acelerada. La producción de granos se elevó de 150 millones de kilos en 1959, antes de la reforma democrática, a 550 millones de kilos en 1990. La producción ganadera, a pesar de una gravísima calamidad de nieve, rara vez vista en los últimos 100 años, proporcionó más de 90 millones de kilos de carne comerciales, siendo el nivel más alto en la historia. La industria moderna tibetana ha tomado cuerpo partiendo prácticamente de la nada, y ha establecido, paso a paso, más de 10 ramas, como la de energía eléctrica, minería, textil de lana, cuero, materiales de construcción, química, papel, impresión y alimentos, con más de 260 empresas industriales. A la vez, se ha desarrollado la artesanía tradicional nacional, a la que se dedican 108 empresas capaces de producir 1.600 variedades de productos.

Gracias al desarrollo de la producción, la vida del pueblo está mejorando sin cesar. Actualmente se ha resuelto el problema de la vivienda en diferentes grados para todos los habitantes tibetanos. Un porcentaje de ellos puede adquirir artículos de consumo de alta y mediana categoría. Además, todos los campesinos, pastores y habitantes de las ciudades disfrutan de servicios médicos gratuitos. La enseñanza es gratuita hasta la secundaria. El número total de alumnos de todos los centros docentes suman ahora más de 160.000. La esperanza de vida se elevó de 35,5 en 1951, año de la liberación pacifista, a 63,7 en 1990.

En 1951, la población de nacionalidad tibetana era algo más de un millón. Según el censo demográfico nacional efectuado en julio de 1990, alcanzó 2.196.000. De esta suma, 2.096.000 son tibetanos, lo que representa el 95,46%. El resto, unos 100.000, son de la nacionalidad han y de otras nacionalidades. Estos, en su mayoría, son profesionales y obreros técnicos, provenientes de muchas provincias del interior del país y quienes, junto con el pueblo tibetano, han hecho importantes contribuciones al desarrollo económico y cultural del Tíbet.

Cultura nacional

La cultura nacional del Tíbet es protegida y desarrollada. El idioma tibetano es respetado. Existen regulaciones sobre el estudio, el uso y el desarrollo del idioma tibetano. Según estas regulaciones, se otorga la misma importancia al idioma tibetano y al idioma han, tomando el primero como el vehículo de comunicación principal. Un grupo de templos y monasterios, entre los cuales figuran el palacio Potala y el monasterio Jokhan, ha sido declarado como patrimonio nacional de todo el país bajo protección especial. Por otro lado, la cultura folclórica ha sido salvada y reordenada. Rey Gesar, epopeya voluminosa y de renombre, viene siendo divulgada entre los tibetanos como arte de narraciones intercaladas con canciones. Se han compilado y publicado 62 volúmenes en tibetano y su tirada sobrepasa los tres millones de ejemplares. Los estudios del Tibet han logrado grandes éxitos.

La libertad de creencia religiosa es consignada en la Constitución de la República Popular China. Tengo que decir que la ejecución de esta política no está exenta de errores, sobre todo durante la revolución cultural (19661976) que trajo al Tíbet, al igual que al resto del país, gran caos, afectando gravemente la ejecución de esta política. Muchos templos fueron destruidos y varios monjes, atacados. Todo esto causó trauma en el alma de los religiosos y de los habitantes creyentes en la religión. En 1978 se corrigió este error de "extrema izquierda" y comenzó a llevar a cabo perseverantemente la política de creencia religiosa. El Gobierno central y el Gobierno de la Región Autónoma del Tíbet han destinado más de 27 millones de yuanes (equivalentes a 5 millones de dólares) como fondo especial para la reparación de los templos. Desde 1989, el Gobierno ha asignado una nueva suma de 40 millones de yuanes (equivalentes a 7 millones de dólares) para restaurar y fortalecer el palacio Potala. En el presente se han restaurado y abierto al público más de 1.400 templos, monasterios y otros sitios de actividades religiosas, con unos 34.000 monjes y monjas.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

En la región autónoma se ha establecido la Academia Budista del Tíbet, en la cual los prestigiosos budas vivientes y eruditos budistas son frecuentemente invitados como profesores para enseñar obras clásicas búdicas y la historia religiosa. La Asociación de Budistas del Tíbet publica una revista, Budismo en el Tibet, en lengua tibetana, sobre el estudio del budismo y de la historía de templos y monasterios. Con la autorización del Gobierno, algunos templos grandes y monasterios producen ellos mismos placas para imprimir y publicar escrituras. Las voluminosas escrituras del palacio Potala han sido reordenadas y están siendo compiladas por los calígrafos populares.

La Región Autónoma del Tibet fue fundada en 1965. Hoy, bajo la dirección unificada del Estado, el Tíbet disfruta de plena autonomía. Basándose en la Constitución nacional y la Ley de Autonomía Regional de las Minorías Nacionales, puede establecer reglamentos autónomos y leyes locales, y también puede adoptar políticas específicas y medidas flexibles en lo referente a economía, política y cultura, partiendo de la realidad de la región. En la actualidad, la región autónoma cuenta con 37.000 cuadros dirigentes procedentes de la nacionalidad tibetana, lo que representa el 66,6% del total de los cuadros dirigentes de esta región. Entre los dirigentes de primera categoría los tibetanos representan el 72%. Todos los principales dirigentes de las asambleas populares, gobiernos, tribunales y fiscalías son tibetanos.

Subsidio financiero

Entre 1952 y 1989, el Estado concedió a título de subsidio financiero al Tíbet 13.200 millones de yuanes e invirtió en esta región, en las obras infraestructurales, más de 4.000 millones de yuanes. Además, en 1980, el Estado decidió aplicar, a partir de ese mismo ano, por un periodo de tiempo la exención de impuestos para los campesinos y ganaderos tibetanos, así como de impuestos sobre las empresas de artesanía nacional, construcción, transporte y servicios, administradas colectivamente.

Hoy en día todavía existe un puñado de gente que trata de separar al Tíbet del territorio chino, pregonando su supuesta independencia. La historia prueba que el Tíbet ha sido y es parte inalienable del territorio chino desde la antigüedad.

Aún en el siglo VII, el célebre héroe nacional de la historia tibetana, Sorigzain Gambo, contrajo matrimonio con la princesa Wen Cheng, de la dinastía Tang, y con ello desarrolló estrechos vínculos con la nacionalidad han en los terrenos político, económico y cultural. El año 827, la dinastía Tang y el reino tibetano de Tubo establecieron una alianza. En 1253, la región tibetana ya se encontró bajo la jurisdicción de la dinastía Yuan y formó parte del territorio chino.

En 1951, cuando la mayor parte del territorio chino fue liberada, Dalai Lama XIV envió a sus representantes, de] Gobierno local del Tíbet, a Pekín para negociar. Los representantes de ambas partes Firmaron el acuerdo sobre las medidas para la liberación pacífica del Tíbet. Desde entonces, la historia tibetana entró en una nueva etapa. Esta historia nadie la puede alterar.

El Gobierno chino ha declarado: "No se permitirá negar la soberanía de China sobre el Tibet. No se permitirá la independencia, ni la semi independencia, ni una independencia disfrazada". Se espera que Dalai Lama y sus seguidores dejen de dedicarse a actividades escisionistas de la patria. Lo mejor sería que retornasen a la patria para hacer algo en favor de la unidad nacional y de la causa del pueblo.

es embajador en España de la República Popular China

Archivado En