Unos residentes de lujo

El científico norteamericano, James Heimlich, ha podido determinar que los calderones viajan permanentemente a través de un corredor marino, conocido por los pescadores del lugar como Canal de Juan Primo, que discurre entre el oeste de Tenerife y la isla de La Gomera. "Es posible que haya más grupos de ballenas en otras islas; en diciembre pasado se les vio en el islote Alegranza, cerca de Lanzarote", señala James. Las ballenas piloto son animales gregarios que se mueven en grupos de cinco o seis individuos que siguen siempre el rumbo de un jefe. "Hay familias cerradas entre ellos y otras que ...

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El científico norteamericano, James Heimlich, ha podido determinar que los calderones viajan permanentemente a través de un corredor marino, conocido por los pescadores del lugar como Canal de Juan Primo, que discurre entre el oeste de Tenerife y la isla de La Gomera. "Es posible que haya más grupos de ballenas en otras islas; en diciembre pasado se les vio en el islote Alegranza, cerca de Lanzarote", señala James. Las ballenas piloto son animales gregarios que se mueven en grupos de cinco o seis individuos que siguen siempre el rumbo de un jefe. "Hay familias cerradas entre ellos y otras que se intercambian individuos con el paso del tiempo", indica.Cuando dos manadas de calderones se encuentran saltan en el agua y emiten un sonido característico que podría ser, según el científico californiano, un mensaje de bienvenida. También ha comprobado que las ballenas piloto suelen lanzar una especie de silbido que podría ser interpretado como un código. Se alimentan a más de 300 metros de profundidad, donde las aguas son oscuras, mediante un sistema propio de sonar que les permite detectar por rebote de las ondas acústicas las presencia exacta de su manjar preferido, los calamares.

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Según James, la mitad de la colonia de Tenerife permanece estable y el resto emigra aunque se desconocen cuáles son las rutas de su desplazamiento. Estas ballenas piloto pueden medir entre 4,5 metros (las hembras) y 5,5 metros (los machos). Pueden pesar más de 600 kilogramos, viven hasta 70 años y son totalmente inofensivas para el hombre.

Calcula que el censo de esta población de cetáceos se incrementa cada año en Canarias con 10 nuevas crías, que cambian la piel al crecer. "Las ballenas piloto tenemos que cuidarlas entre todos porque son unos residentes de lujo de estas islas", afirma James.

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