Desde el balcón

F. A. Los biógrafos de Companys afirman que proclamó la República en un arrebato, tras entrar en el Ayuntamiento y exigir el poder municipal. La anécdota cuadra bien con su carácter impulsivo e intuitivo, pero no es cierta. Josep Maria Lladó, que fue amigo personal suyo y colaborador íntimo, explicaba ayer mismo a este diario que, en realidad, la decisión se tomó en la casa de Companys el día 13 en una reunión con algunos miembros jóvenes de ERC. "No teníamos ninguna bandera republicana", explica Lladó, "pero él nos dijo donde podíamos conseguirla y nos citó en el Ayuntamiento a la una del med...

F. A. Los biógrafos de Companys afirman que proclamó la República en un arrebato, tras entrar en el Ayuntamiento y exigir el poder municipal. La anécdota cuadra bien con su carácter impulsivo e intuitivo, pero no es cierta. Josep Maria Lladó, que fue amigo personal suyo y colaborador íntimo, explicaba ayer mismo a este diario que, en realidad, la decisión se tomó en la casa de Companys el día 13 en una reunión con algunos miembros jóvenes de ERC. "No teníamos ninguna bandera republicana", explica Lladó, "pero él nos dijo donde podíamos conseguirla y nos citó en el Ayuntamiento a la una del mediodía". Y poco después, exactamente a las 13.36, Lluís Companys salía al balcón y proclamaba la República Española ante unos pocos transeúntes perplejos que se apresuraron a extender la noticia.

"Es curioso", reflexiona Josep Andreu i Abelló, "que a Companys siempre se le haya recriminado como el gran error de su vida la proclamación de la República Catalana [el 6 de octubre de 1934], Maciá hizo lo mismo en 1931. Pero mientras que para acabar con la decisión de Companys hizo falta el ejército, con Maciá bastaron tres ministros".