La Federación Rusa invita a Solzhenitsin a regresar

"Su visita es tan necesaria como el propio aire", dice el primer ministro Ivan Siláyev

Iván Siláyev -primer ministro de la Federación Rusa, la mayor de las repúblicas que constituyen la URSS- ha enviado una carta al escritor y premio Nobel Alexandr Solzhenitsin invitándole a visitar su patria, de la que fue expulsado, acusado de "traición", hace 16 años.

"La palabra de usted ha llegado ya también a nuestra Patria y se ha hecho indispensable en todas las esferas: religiosa-espiritual, cultural, estatal, económica. Precisamente los intereses del Estado y el futuro destino de éste exigen que le pida a usted y a su familia acepten la invitación de ser mis huéspedes personales...

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Iván Siláyev -primer ministro de la Federación Rusa, la mayor de las repúblicas que constituyen la URSS- ha enviado una carta al escritor y premio Nobel Alexandr Solzhenitsin invitándole a visitar su patria, de la que fue expulsado, acusado de "traición", hace 16 años.

"La palabra de usted ha llegado ya también a nuestra Patria y se ha hecho indispensable en todas las esferas: religiosa-espiritual, cultural, estatal, económica. Precisamente los intereses del Estado y el futuro destino de éste exigen que le pida a usted y a su familia acepten la invitación de ser mis huéspedes personales en cualquier fecha que usted designe", escribe Síláyev en la carta que ayer publicaba Soviétkaya Rossía, órgano del Parlamento y el Consejo de Ministros de Rusia."Ahora que las obras de usted han comenzado su camino hacia la gente para la que ante todo fueron escritas, hoy, cuando las contradicciones que forman la vida rusa han llegado a tal punto que se cierne la amenaza de una nueva división, su visita a Rusia se convertirá en una de esas acciones que nuestra Patria necesita como el propio aire", dice Siláyev.

El día anterior a la publicación de esta carta, Solzhenitsin, por boca de su esposa, declaró que el decreto del presidente soviético Mijaíl Gorbachov por el cual se devolvía la ciudadanía a 23 intelectuales no podía ser aplicado a su persona. El escritor desmintió que hubiera tenido conversaciones previas con las autoridades soviéticas sobre su aceptación de recuperar la ciudadanía de la URS S, como había declarado el jefe del Departamento sobre Problemas de Ciudadanía e Indulto del secretariado del Soviet Supremo Guennadi Cheremnij. Para que Solzhenitsin acepte nuevamente la ciudadanía, además de divulgar todas sus obras en la URSS, es necesario, según su esposa, que la fiscalía anule la acusación de traición a la patria hecha el 13 de febrero de 1974, y el actual Parlamento, los decretos por los que se le expulsó y se le privó de la ciudadanía.

Cheremnij insistía ayer en el diario Pravda en que él poseía información de que se habían tenido contactos con Solzhenitsín sobre el problema. "Pero si suponemos que no hubo tales contactos, que no hubo el acuerdo de Solzhenitsin para que se le devolviera la ciudadanía, ¿qué cambia? ¿Significa ello que en tal caso no debíamos haber anulado el acto ilegal efectuado en contra suya? La respuesta es clara: por supuesto que debíamos hacerlo", comentó Cheremnij las declaraciones de la esposa del escritor. Todavía ningún diario ha publicado la lista completa de las 23 personas favorecidas por Gorbachov.

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