Obras públicas 'contra natura'

Jesús Garzón, que durante 10 años fue director para España de los programas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (lUCN), ha basado su informe en algunas de las actuaciones realizadas por la Junta de Extremadura en años anteriores que han tenido repercusiones negativas sobre el medioambíente.Garzón cita el caso de la Sierra de Gata, "donde se están talando robledales autóctonos, se implantan especies forestales exóticas que son pasto de cíclicos incendios forestales, se fomenta el abandono de las explotaciones tradicionales y se está construyendo una presa (la de Gata...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Jesús Garzón, que durante 10 años fue director para España de los programas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (lUCN), ha basado su informe en algunas de las actuaciones realizadas por la Junta de Extremadura en años anteriores que han tenido repercusiones negativas sobre el medioambíente.Garzón cita el caso de la Sierra de Gata, "donde se están talando robledales autóctonos, se implantan especies forestales exóticas que son pasto de cíclicos incendios forestales, se fomenta el abandono de las explotaciones tradicionales y se está construyendo una presa (la de Gata) con graves repercusiones paisajísticas y ecológicas"

Añade a su lista la comarca de Las Hurdes, "donde las carreteras y pistas recientemente construidas llegan en ocasiones a desviar o cortar el cauce de los ríos y donde la implantación de nuevos cultivos en laderas inadecuadas esta produciendo graves procesos erosivos". También comenta el caso de la zona de Hervás, "donde la Junta está destruyendo centenarios robledales y castañares, y se están construyendo varias presas irregulares". O el valle del Serte, uno de los más notables conjuntos paisajísticos de la península, "con destrucciones de robledales también sistemáticas y construcción de pistas forestales innecesarias".

Más información

Con todo, la comarca más afectada por este "desarrollismo salvaje" del que Garzón acusa a la Junta es la de Las Villuercas, uno de, los tesoros ecológicos españoles, cuya declaración como parque nacional o natural está prevista en varios inventarios oficiales. La ampliación de la carretera de acceso a Guadalupe (desde Navalmoral) ha alterado ya el valle del río Ibor, aunque ha dejado a varios núcleos de población de la comarca prácticamente incomunicados. El naturalista califica los desbroces en las laderas como "gravísimos" y señala que las pistas forestales son "desproporcionadas".

Este, tipo de actuaciones también están aniquilando, según Garzón, varias zonas de nidificación de águilas imperiales, linces y buitres negros en la Sierra de San Pedro, un territorio que los científicos califican como el Doñana extremeño.

En cuanto a las llanuras de Trujillo (Cáceres) y de Azuaga (Badajoz), entre otras, consideradas como las principales zonas mundiales para avutardas y otras aves de estepa, Garzón añade que "están siendo transformadas irreversiblemente por los planes de concentración parcelaria, las fumigaciones masivas, la instalación de edificios dispersos y alambradas".

Archivado En