Gorbachov llega a Ottawa preocupado por Rusia

El presidente soviético, Mijaíl Gorbachov, manifestó su preocupación por la situación en Rusia tras la elección de Borís Yeltsin como presidente, al iniciar ayer en, Ottawa una estancia de 29 horas en Canadá, que será un alto en el camino para que el líder repose antes de reunirse con el presidente estadounidense, George Bush, en Washington.

Antes de entrevistarse con el primer ministro de Canadá, Brian Mulroney, Gorbachov dijo a los periodistas que estaba preocupado por la elección de Yeltsin, añadiendo que en los últimos tres días el flamante presidente de Rusia había tenido que clari...

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El presidente soviético, Mijaíl Gorbachov, manifestó su preocupación por la situación en Rusia tras la elección de Borís Yeltsin como presidente, al iniciar ayer en, Ottawa una estancia de 29 horas en Canadá, que será un alto en el camino para que el líder repose antes de reunirse con el presidente estadounidense, George Bush, en Washington.

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Antes de entrevistarse con el primer ministro de Canadá, Brian Mulroney, Gorbachov dijo a los periodistas que estaba preocupado por la elección de Yeltsin, añadiendo que en los últimos tres días el flamante presidente de Rusia había tenido que clarificar su compromiso con la vía socialista, haciéndolo para bien pero que: "Si está jugando una partida, entonces tendremos que hacer frente a tiempos difíciles". El líder soviético ha dicho además que la realidad es más rica que cualquier profesor", en una abierta alusión al opositor Yeltsin.A su llegada a Ottawa Gorbachov había afirmado: "Canadá fue nuestro aliado en la guerra y hoy queremos participar con Canadá, y con otros países, en la tarea de construir una casa europea moderna". Así, en su primera alocución en el aeropuerto, Gorbachov introducía ya el tema central de su viaje -Europa- y pronunciaba la palabra "aliado", que tiene un significado clave en la política soviética hacia Occidente.

Al lado de Gorbachov estaba su esposa, Raisa, vestida con un discreto abrigo gris, y el primer ministro canadiense, Brian Mulroney, que el pasado noviembre firmó 14 tratados bilaterales durante una visita a Moscú. Gorbachov-estuvo en Canadá en 1983, cuando era responsable de Agricultura en el Comité Central del PCUS.

Un país irritado

Gorbachov volaba ya rumbo a América, cuando Boris Yeltsin, un hombre que ha desafiado su concepción de la perestroika, era elegido presidente de la República rusa. El líder de la URSS abandonaba un país irritado por la reforma económica y las subidas de precios anunciadas por el Gobierno de Nikolai Rizkov. Con Gorbachov viajaba el economista Stanislav Shatalin, miembro del consejo presidencial. En unas declaraciones antes de partir de Moscú, Shatalin había indicado al periódico Financial Times que Gorbachov no apoyaba con entusiasmo los planes de reforma de precios presentados por Rizkov. Según Shatalin, un grupo de economistas está ya trabajando en un plan alternativo más radical que el de Rizkov. Los soviéticos rechazarán el plan del primer ministro si es sometido a referéndum, dijo Shatalin, conocido defensor del mercado.La Prensa canadiense comparaba ayer la estancia de Gorbachov en Ottawa con la del presidente Reagan en Helsinki en 1988 de camino hacia Moscú. Reagan estuvo cuatro días en la capital finlandesa. Gorbachov no puede permitirse tanto y además su estancia., en Canadá tiene un contenido no desdeñable, por cuanto Canadá, el mayor proveedor de cereales de la URSS, quiere tener su papel en la configuración de la futura estructura de seguridad europea.

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La semana pasada el ministro de Exteriores canadiense, Joe Clark, elaboró una serie de propuestas sobre el nuevo tejido europeo. Los pilares de la concepción expuesta por el ministro son: una OTAN transformada estratégicamente, una Conferencia de Seguridad y Cooperación en Europa (CSCE) dotada de estructuras permanentes y una Comunidad Europea abierta al Este y al Oeste. El jefe de la diplomacia canadiense propuso reuniones regulares entre los ministros de Exteriores de la OTAN y el ministro soviético Edvard Shevardnazde y reuniones bianuales entre los jefes de Gobierno de los 35 países de la CSCE.

Una encuesta soviético-canadiense muestra que Gorbachov es más popular en Canadá que en la URSS. El 72% de los canadienses cree que las reformas son positivas, pero sólo un 33% de los soviéticos piensa lo mismo. En Ottawa se siente muy cerca la situación en el Báltico. Canadá es tierra de emigrantes y uno de cada 10 habitantes procede de la URSS o del Este de Europa.

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