Julio Aparicio se despide de novillero en Cáceres el próximo domingo

Actuará como único espada, antes de su alternativa en Sevilla

El diestro Julio Aparicio, que tomará la alternativa el domingo de Resurrección en Sevilla, da por finalizada su etapa novilleril con su actuación como único espada el domingo de Ramos en Cáceres. Aparicio considera que es un compromiso muy difícil, pero que le apetecía hacer un gesto que pusiera broche de oro a esta etapa. Para ello ha escogido seis novillos de una de sus ganaderías favoritas, la de El Torreón.

Solamente en otra ocasión se atrevió Aparicio a anunciarse en solitario en un festejo. Fue el año pasado en la plaza francesa de Nimes, donde alcanzó un gran éxito. "Aquel triun...

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El diestro Julio Aparicio, que tomará la alternativa el domingo de Resurrección en Sevilla, da por finalizada su etapa novilleril con su actuación como único espada el domingo de Ramos en Cáceres. Aparicio considera que es un compromiso muy difícil, pero que le apetecía hacer un gesto que pusiera broche de oro a esta etapa. Para ello ha escogido seis novillos de una de sus ganaderías favoritas, la de El Torreón.

Solamente en otra ocasión se atrevió Aparicio a anunciarse en solitario en un festejo. Fue el año pasado en la plaza francesa de Nimes, donde alcanzó un gran éxito. "Aquel triunfo", dice Aparicio, "me dio una gran confianza y por eso pensé despedirme de la misma manera, que a la vez me servirá mucho como preparación para mi próximo doctorado en la feria de Abril, donde me juego buena parte de mi futuro esta temporada". Brindará a varias de las personas que más le han ayudado en su carrera hasta ahora. Una de ellas, su padre, que fue famoso matador. "Los otros son un secreto", indica, "bien porque no son conocidos del gran público o porque ellos no se lo esperan".Asegura que la elección de la ganadería de El Torreón, propiedad de Felipe Lafita, se debe a que con novillos de esta divisa ha realizado casi siempre grandes faenas. Novillos de El Torreón, a los que debía enfrentarse Aparicio, fueron rechazados en el reconocimiento por los veterinarios de Córdoba en la feria de 1989, creándose una gran polémica que duró varios meses.

Piensa que era obligado dar el paso de la alternativa porque con el novillo ya estaba muy visto: "Cosa que me recordaba el público, a veces chillándome, desde los tendidos". Al realizar un balance de su etapa novilleril comenta que, aunque ha habido de todo, predominan las buenas tardes. Entre las malas, la que más le dolió fue la de su presentación en Madrid: "Sobre todo por mi ilusión y la del público, pero reconozco que no estuve a la altura requerida".

Añade que tampoco se hundió el mundo como algunos pronosticaban y su trayectoria siguió adelante: "Tampoco es el primer caso de un torero que no triunfa al presentarse en Las Ventas y después llega a figura".

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