Fallece el pintor asturiano Orlando Pelayo

El pintor gijonés Orlando Pelayo, afincado desde 1947 en París, falleció ayer en Oviedo, a los 69 años de edad, víctima de un cáncer que le había sido diagnosticado hace varios meses. El pintor asturiano, considerado como uno de los más significativos representantes de la escuela española en París, era autor de una vasta obra, parte de la cual se reparte por 35 museos, en 10 países.Pelayo nació en Gijón en 1920, pero su infancia y primera juventud transcurrió en Badajoz y Albacete. Durante la guerra civil combatió en el bando republicano y, al término de la conflagración, en 1939 emprendió...

El pintor gijonés Orlando Pelayo, afincado desde 1947 en París, falleció ayer en Oviedo, a los 69 años de edad, víctima de un cáncer que le había sido diagnosticado hace varios meses. El pintor asturiano, considerado como uno de los más significativos representantes de la escuela española en París, era autor de una vasta obra, parte de la cual se reparte por 35 museos, en 10 países.Pelayo nació en Gijón en 1920, pero su infancia y primera juventud transcurrió en Badajoz y Albacete. Durante la guerra civil combatió en el bando republicano y, al término de la conflagración, en 1939 emprendió camino hacia el exilio con su padre, refugiándose en Orán, donde traba amistad con Albert Camus y realiza sus primeras exposiciones de pintura. Fue un pintor de exilios. "Toda obra de arte", declaró en 1987, "es una tentativa de retorno al paraíso perdido de la infancia, y por esa razón el artista que vive en el exilio está doblemente exiliado. Por eso mi obra es una, permanente reflexión sobre España en la lejanía. Seré siempre un exiliado porque el exilio impone carácter".

De Argelia se trasladó a París, incorporándose al ambiente pictórico del Montparnasse de la época. Pelayo, que en los últimos años pasaba temporadas veraniegas en su Gijón natal, cultivó, junto con la pintura y el grabado, la ilustración artística. Sus trabajos han ilustrado obras de Quevedo, Hemingway, Rouselot, Emmanuel Robles, Albert Camus, etcétera.

Poseedor de la orden de las Artes y de las Letras en su grado oficial superior, máxima distinción del Gobierno francés a artistas e intelectuales, y de la medalla de Asturias, que concede el Gobierno del Principado a los asturianos más ilustres, Pelayo ha sido, hasta su muerte, un hombre fiel a su ideario combativo y entusiasta. Se identificaba con un título del poeta ovetense Ángel González ("sin desesperanza, con convencimiento") y confesaba, al final de su vida, que no había perdido su capacidad de indignación. Fue siempre reacio a definir su obra ("yo no defino mi pintura porque no sé cómo es y porque soy enemigo de las clasificaciones").