El déficit público se redujo en 1989 hasta el 1,7% del PIB

El gasto público superó a los ingresos en 774.300 millones de pesetas el año pasado, con lo que el déficit del Estado fue del 1,7% del producto interior bruto. El calendario de devoluciones en el impuesto sobre la renta ha colaborado a esta fuerte reducción del déficit, que en 1988 fue del 3% del PIB. El retraso en estas devoluciones "ha inflado artificialmente los ingresos públicos", comentó Solchaga. Según el ministro, si se descuentan los 323.000 millones de pesetas de devoluciones por el IRPF, que deberían haberse efectuado el año pasado, el déficit equivale a un 2,4%. del PIB.Los ingr...

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El gasto público superó a los ingresos en 774.300 millones de pesetas el año pasado, con lo que el déficit del Estado fue del 1,7% del producto interior bruto. El calendario de devoluciones en el impuesto sobre la renta ha colaborado a esta fuerte reducción del déficit, que en 1988 fue del 3% del PIB. El retraso en estas devoluciones "ha inflado artificialmente los ingresos públicos", comentó Solchaga. Según el ministro, si se descuentan los 323.000 millones de pesetas de devoluciones por el IRPF, que deberían haberse efectuado el año pasado, el déficit equivale a un 2,4%. del PIB.Los ingresos públicos (9,5 billones de pesetas) superaron en un 11 % a los 8,7 billones de pesetas presupuestados. Este aumento se concentra en los impuestos directos, con una recaudación un 18% superior a la prevista y, dentro de éstos, en el IRPF. La recaudación por el impuesto sobre la renta fue en 1989 un 26,4% superior a la del año anterior, pero, según Solchaga, "si se descontaran las devoluciones, ese incremento se quedaría en la mitad".

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Si la reducción del déficit público es el objetivo de la política económica del Gobierno que mejor se ha cumplido, el enfriamiento de la economía sólo ha empezado a dar los primeros síntomas, a juicio del ministro de Economía, y tendrá que consolidarse a lo largo de este año. En 1989, la demanda interna creció a un ritmo muy superior a la producción, aunque empezó a desacelerarse durante el segundo semestre del año. El PIB creció un 5% en términos reales (un 12,6% antes de descontar los precios) y la demanda un 7,7%.

Solchaga reconoció que "la inversión se está desacelerando más rápidamente que el consumo", ya que, en su opinión, "no se pueden sostener durante un período prolongado tasas de crecimiento de la inversión del 13% o el 14%". El freno en la inversión no es, a juicio de Solchaga, preocupante, pues cree puede mantenerse un crecimiento del 10% durante este año. No obstante, el ministro anunció que van a negociar con la patronal la adopción de medidas fiscales para favorecer tanto la inversión como la exportación, y si llegan a un acuerdo esas medidas serán introducidas en los presupuestos del año. Respecto a las medidas financieras solicitadas por la CEOE al Banco de España, Solchaga dijo que sólo podían "intentar persuadir" a las entidades de crédito para que dirijan sus préstamos preferentemente hacia la inversión.

Las medidas de enfriamiento no han perjudicado, según Solchaga, el ritmo de creación de empleo y "de producirse lo haría siempre con algún desfase". Con todo, espera que este año se creen sólo 300.000 nuevos empleos, frente a los 575.900 creados el pasado año.

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