HACIA UNA NUEVA EUROPA

Kohl promete a los polacos no olvidar el pasado

El canciller alemán occidental, Helmut Kohl, que se encuentra de visita oficial en Polonia, prometió ayer a los polacos no olvidarse de la lección que se deriva de la historia de los dos pueblos, en el curso de una misa de la reconciliación en la que se saludó en señal de paz con el primer ministro polaco, Tadeusz Mazowiecki. La misa se celebró en polaco y en alemán en la localidad de Krzyzowa, lugar en el que durante la II Guerra Mundial un grupo de alemanes organizó un centro de resistencia antinazi.

Kohl reanudó el sábado por la tarde su visita a Polonia, que había interrumpido un dí...

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El canciller alemán occidental, Helmut Kohl, que se encuentra de visita oficial en Polonia, prometió ayer a los polacos no olvidarse de la lección que se deriva de la historia de los dos pueblos, en el curso de una misa de la reconciliación en la que se saludó en señal de paz con el primer ministro polaco, Tadeusz Mazowiecki. La misa se celebró en polaco y en alemán en la localidad de Krzyzowa, lugar en el que durante la II Guerra Mundial un grupo de alemanes organizó un centro de resistencia antinazi.

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Kohl reanudó el sábado por la tarde su visita a Polonia, que había interrumpido un día antes a raíz de la situación creada por la decisión de las autoridades de la República Democrática Alemana (RDA) de abrir la frontera interalemana.Kohl se entrevistó anoche con el presidente Wojciech Jaruzelski, tras lo cual se informó oficialmente que ambos mandatarios trataron sobre la normalización de las relaciones bilaterales "sobre la base incuestionable del tratato de 1970" por el que la RFA se comprometió a respetar "ahora y en el futuro" las fronteras de Polonia.Después de la ceremonia religiosa, un grupo de activistas de la minoría alemana en Polonia vitoreó a Kohl, mientras sobre las cabezas de unas 3.000 personas que congregó el acto se podían leer pancartas escritas en alemán: "Kohl eres también nuestro canciller" y "Queremos escuelas y misas en alemán". Al final de la ceremonia religiosa, Kohl se dirigió a los queridos amigos de Polonia y de Alemania".El canciller alemán occidental calificó la misa que acababa de terminar de "un momento muy importante en la vida de los dos pueblos". El canciller recogió las palabras del obispo polaco quien había celebrado la misa y apeló a que la historia no fuese olvidada. "Debernos aprender de esta historia", puntualizó Kohl. "Nos abrazamos [con Mazowiecki] en señal de la reconciliación , nos dijimos uno a otro: Dios te bendiga a tí y a tu pueblo", confesó el canciller y subrayó la sinceridad de sus palabras. "Avancemos desde este altar hacia. un futuro pacífico y bendito de los pueblos alemán y polaco, de todos los pueblos de Europa", dijo Kohl.Respondiendo al canciller, Mazowiecki habló del sentimiento de la hermandad entre los dos pueblos, reforzado durante la misa.La ceremonia religiosa en la localidad de Krzyzowa (nombre alemán, Kreisau) -situada en las tierras de la baja Silesia que antes de la II Guerra Mundial pertenecían al Reich- se consideraba como el acto central de la simbólica reconciliación alemano-polaca, el principal objetivo de la actual visita de Kohl a Polonia. En los años 1940-44, en Krzyzowa, el aristócrata prusiano Helmut James von Moltke organizó en su mayorazgo un centro de resistencia antinazi con el que, entre otros, estuvieron relacionados los protagonistas del atentado contra Hitler en julio de 1944. Moltke y muchos de sus colaboradores fueron asesinados por los nazis. Krzyzowa fue elegida como el lugar de los rezos comunes por las víctimas de la II Guerra Mundial en sustitución del monte de Santa Ana.

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