El 1,9% del PIB

Un estudio piloto efectuado en Asturias y difundido por la Dirección General del Medio Ambiente sitúa en 14.240 millones de pesetas anuales (el 1,9% del producto interior bruto (PIB) regional) la repercusión económica de la contaminación. Los autores subrayan que los cálculos se han efectuado con un fuerte carácter restrictivo y que se han limitado a recoger los daños comprobados y razonablemente mensurables, por lo que no se han tenido en cuenta aquellos efectos presumibles para cuya cuantificación se carecía de metodología o resultaba excesivamente compleja. Ese 1,9%, señalan también, coinci...

Un estudio piloto efectuado en Asturias y difundido por la Dirección General del Medio Ambiente sitúa en 14.240 millones de pesetas anuales (el 1,9% del producto interior bruto (PIB) regional) la repercusión económica de la contaminación. Los autores subrayan que los cálculos se han efectuado con un fuerte carácter restrictivo y que se han limitado a recoger los daños comprobados y razonablemente mensurables, por lo que no se han tenido en cuenta aquellos efectos presumibles para cuya cuantificación se carecía de metodología o resultaba excesivamente compleja. Ese 1,9%, señalan también, coincide con estudios similares efectuados en Europa, que sitúan el impacto negativo de la contaminación entre el 1 % y el 3 %.El estudio efectúa la evaluación de los daños dividiendo éstos en cuatro apartados: producidos por vía atmosférica, por vía acústica, por vía hídrica y por vía edáfica (suelo). Cada una de ellas, a su vez, se ha subdividido. Así, los daños por vía atmosférica se han estudiado de manera diferenciada se gún afecten a la salud humana, la ganadería, los cultivos y explotaciones forestales o los materiales, y se ha concluido que tienen un impacto evaluable en el 0,83% del PIB regional. Las agresiones medioambientales por vía acústica alcanzan el 0,67% del mismo PIB, la contaminación hídrica el 0,39% y la edáfica -vertederos y escombreras- sólo el 0,04%.

Los autores del informe subrayan que muchas veces ha sido imposible el cálculo simplemente por falta de datos -lo que hace de la carencia de información el primer inconveniente para llevar a cabo una política medioambiental seria-, y que no se puede evaluar hoy por hoy la repercusión de los agentes contaminantes en ámbitos como, el patrimonio cultural.