EL ESTE CAMBIA

Krenz, de profesión, joven

El nuevo número uno de la República Democrática Alemana (RDA), Egon Krenz, de 52 años, no sólo es el miembro más joven del Politburó del partido comunista (SED), sino que es visto por gran parte de la opinión pública de su país como un hombre que ha hecho de su juventud una profesión. Fue elegido jefe de la juventud del partido en 1974, cuando contaba con 37 años, y permaneció en ese puesto durante 10 años. Hijo de un sastre, llegó al Politburó en 1983, y desde entonces fue visto como uno de los más notorios delfines de Honecker.Se afilió a la organización infantil del partido, E...

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El nuevo número uno de la República Democrática Alemana (RDA), Egon Krenz, de 52 años, no sólo es el miembro más joven del Politburó del partido comunista (SED), sino que es visto por gran parte de la opinión pública de su país como un hombre que ha hecho de su juventud una profesión. Fue elegido jefe de la juventud del partido en 1974, cuando contaba con 37 años, y permaneció en ese puesto durante 10 años. Hijo de un sastre, llegó al Politburó en 1983, y desde entonces fue visto como uno de los más notorios delfines de Honecker.Se afilió a la organización infantil del partido, Ernst Tahelman, a la edad de ocho años, y desde entonces ha hecho todo para llegar a la cumbre, incluyendo el paso obligado por las escuelas del Partido Comunista de la Unión Soviética en Moscú, donde se graduó en ciencias sociales. Su carrera política es calcada de la que realizó Erich Honecker. Ambos fueron jefes de la juventud, ambos ocuparon la misma vicepresidencia del Consejo de Estado y ambos fueron encargados del departamento de seguridad interna del partido antes de acceder al cargo máximo de secretario general.

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Pese a su juventud, tiene reputación de duro y se le ha caracterizado siempre como un miembro del ala ultraconservadora del Politburó. Vive con su mujer y sus dos hijos en el barrio de Wandlitz, donde reside la élite del partido.

Se le atribuye una pasión inmoderada por el alcohol, y él mismo reconoce que sufre de diabetes. Dirigentes de la RFA que se han reunido con Krentz, sin embargo, han dicho que no da en absoluto la impresión de un hombre enfermo.

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