Manzú concluye 'La madre de la paz' a los 80 años

Giacomo Manzú, el escultor italiano a quien el papa Juan XXIII había convocado a sus apartamentos privados para que le hiciera un bronce de su rostro antes de morir, está completando, para ser colocada en el Palacio de Cristal de las Naciones Unidas, una estatua en bronce de seis metros que simboliza "la madre de la paz".Dicha obra, que representa a una mujer con los brazos en alto y que lleva a su pequeño pegado al corazón, también con los brazos levantados, ha supuesto para Manzú, a sus 80 años cumplidos, el último gran desafío de su gran carrera artística.

A la entrada de la basílica...

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Giacomo Manzú, el escultor italiano a quien el papa Juan XXIII había convocado a sus apartamentos privados para que le hiciera un bronce de su rostro antes de morir, está completando, para ser colocada en el Palacio de Cristal de las Naciones Unidas, una estatua en bronce de seis metros que simboliza "la madre de la paz".Dicha obra, que representa a una mujer con los brazos en alto y que lleva a su pequeño pegado al corazón, también con los brazos levantados, ha supuesto para Manzú, a sus 80 años cumplidos, el último gran desafío de su gran carrera artística.

A la entrada de la basílica de San Pedro, los millones de turistas que la visitan cada año suelen quedarse con la boca abierta ante la famosa puerta de bronce, en estilo moderno, que el escultor italiano creó tras la muerte, y como recuerdo perenne, del gran Papa de la Paz, Juan XXIII, quien le había confiado mientras posaba para él: "Un día deberá llegar un papa más joven que yo, capaz de hacer lo que a mí, anciano, ya no se me permite: por ejemplo, abrir las puertas de los magníficos jardines vaticanos a todos los niños más pobres de Roma para que puedan jugar".

Ahora, una obra de Manzú está para volar hacia las Naciones Unidas. La madre de la paz, como ha sido bautizada su estatua, será entregada personalmente por el autor, a quien acompañará el presidente de la República italiana, Francesco Cossiga, como regalo de Italia al Palacio de Cristal, símbolo de una esperanza de paz para todos los pueblos. Manzú pidió que le enviasen un facsímil del Palacio de las Naciones Unidas. Y ya en 1988 pudo presentar el primer esquema a Andreotti, a quien confesó que era la primera vez en su larga historia de artista que hacía, una estatua tan grande"

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