Sones cubanos

Unas 100 personas acudieron a un lugar para decenas de miles. Lógico, porque ¿quién conoce aquí a esta intérprete? Es muy loable haberla traido, pero sin la adecuada divulgación el resultado era previsible.La prestación escénica de un artista en un local casi desierto se ve forzosamente afectada. Sin embargo, Celina y los suyos no se arredraron. El grupo Campo Alegre, excelente orquesta de baile formada por 11 instrumentistas, se encargó de afrontar el reto. Más tarde se incorporó Reutilio Junior, con su impecable aspecto de crooner latino y, a continuación, su madre, Celina González, q...

Unas 100 personas acudieron a un lugar para decenas de miles. Lógico, porque ¿quién conoce aquí a esta intérprete? Es muy loable haberla traido, pero sin la adecuada divulgación el resultado era previsible.La prestación escénica de un artista en un local casi desierto se ve forzosamente afectada. Sin embargo, Celina y los suyos no se arredraron. El grupo Campo Alegre, excelente orquesta de baile formada por 11 instrumentistas, se encargó de afrontar el reto. Más tarde se incorporó Reutilio Junior, con su impecable aspecto de crooner latino y, a continuación, su madre, Celina González, que a tenor de lo escuchado pertenece a esa estirpe de pletóricas vocalistas de la isla grande del Caribe (Celia Cruz, La Lupe o Celeste González).Interpretaron puntos, sones montunos, guaguancós, guajiras: una auténtica exhibición de sabrosas expresiones de la música de Cuba. "Poco público pero muy bueno", dijeron los músicos, agradeciendo la simpatía y solidaridad del poco público asistente. No podía ser de otra manera. Celina González, su hijo Reutilio y el grupo Campo Alegre trajeron fascinantes sones de una música eminentemente popular, que está entre las más fecundas de este siglo.