Política sin rumbo

La política espacial de Estados Unidos entró hace ya 15 años años en una etapa de indefinición que ha causado graves problemas y ha hecho perder al país gran parte de su ventaja inicial en el sector. Los cambios de presidente han tenido tanto que ver como los problemas económicos. Tanto los programas tripulados como los de exploración del espacio lejano y el lanzamiento de satélites resultaron afectados por los recortes presupuestarios y la equivocada decisión, tomada a principios de la década de los setenta, de basar todo el sector en un único programa, el del transbordador espacial. La catás...

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La política espacial de Estados Unidos entró hace ya 15 años años en una etapa de indefinición que ha causado graves problemas y ha hecho perder al país gran parte de su ventaja inicial en el sector. Los cambios de presidente han tenido tanto que ver como los problemas económicos. Tanto los programas tripulados como los de exploración del espacio lejano y el lanzamiento de satélites resultaron afectados por los recortes presupuestarios y la equivocada decisión, tomada a principios de la década de los setenta, de basar todo el sector en un único programa, el del transbordador espacial. La catástrofe que afectó a unos de estos vehículos, el Challenger, en enero de 1986 terminó de poner el programa espacial al borde del colapsoEl presidente Reagan trató de superar durante su mandato la vía muerta espacial con el anuncio de nuevos grandes programas, haciendo caso omiso de las dificultades presupuestarias que ya existían entonces. La iniciativa de defensa estratégica, más conocida como guerra de las galaxias, la estación espacial permanente y el avión espacial fueron los tres grandes programas que se pusieron en marcha durante su mandato. Todos ellos se encuentran en graves aprietos.

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