Francia inaugura con solemnidad su presidencia de la CE

JOSÉ A. SOROLLA, La presidencia francesa de la Comunidad Europea (CE) se abrió ayer con una "reunión de trabajo" en el palacio del Elíseo, en la que participaron el presidente de la República, François Mitterrand; los 16 miembros de la Comisión Europea, con su presidente, Jacques Delors, al frente; el primer ministro francés, Michel Rocard, y siete ministros. Mitterrand quiso con esta solemnidad realzar el inicio de un mandato cuyas prioridades son la Carta Social y el desarrollo de la unión monetaria acordada en Madrid. "No faltará voluntad política al Gobierno francés".

La Carta Soci...

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JOSÉ A. SOROLLA, La presidencia francesa de la Comunidad Europea (CE) se abrió ayer con una "reunión de trabajo" en el palacio del Elíseo, en la que participaron el presidente de la República, François Mitterrand; los 16 miembros de la Comisión Europea, con su presidente, Jacques Delors, al frente; el primer ministro francés, Michel Rocard, y siete ministros. Mitterrand quiso con esta solemnidad realzar el inicio de un mandato cuyas prioridades son la Carta Social y el desarrollo de la unión monetaria acordada en Madrid. "No faltará voluntad política al Gobierno francés".

La Carta Social es el principal objetivo de la presidencia francesa, pero también la dificultad mayor, hasta el punto de que si se produce un fracaso en este campo, el semestre corre el riesgo de quedarse sin contenido importante. Delors declaró, sin embargo, que la reunión de ayer, en el primer día de la presidencia, se explica por la existencia de un calendario muy cargado y por las "grandes esperanzas que ha suscitado la presidencia francesa en otros países".Francia deberá articular en este semestre los dos aspectos de la Europa social, es decir, la Carta, como declaración solemne de principios "para que el mercado interior no perjudique los derechos sociales de los trabajadores", en palabras de Pascal Lamy, jefe de gabinete de Delors, y la legislación concreta que traduzca esos derechos en la CE. Francia pretende dedicar básicamente sus esfuerzos a empleo, formación, higiene y seguridad e información de los trabajadores. Para tener éxito, París y la Comisión Europea deberán doblegar, no obstante, la oposición británica.

Ante la pregunta de si la presidencia francesa reproduciría el combate ideológico librado en Madrid, Delors contestó que esa cuestión no tenía que responderla la Comisión. "Nosotros tenemos una visión de la Europa unida y somos pragmáticos para llegar a ella. La pregunta hay que hacérsela a quien sigue siendo el último elefante ideológico de Europa", afirmó Delors, en una meridiana alusión a la primera ministra británica.

El comisario español, Manuel Marín, señaló que se había evocado en la reunión, de dos horas y media de duración, el conflicto con el Reino Unido, aunque sin citar concretamente ningún país. Marín destacó la utilidad de este tipo de encuentros "a alto nivel político, porque evitan los equívocos", y resaltó la alta cotización de la presidencia española.

Los representantes permanentes en Bruselas han calificado con notas altas, entre muy bueno y excelente, el mandato español. Curiosamente, la nota más alta (18,5 sobre 20) es la de] Reino Unido, y la más baja (15), la de Grecia, según una encuesta publicada ayer por el diario Libération.

La Europa de los ciudadanos (libertad de circulación, derecho de residencia) y la cooperación científica figuran también en la agenda francesa.

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