Crítica:MÚSICA CLÁSICA

Última lección de Maria Joao Pires

Tras su actuación con orquesta, Maria Joao Pires ofreció el miércoles en el Auditorio Nacional un concierto enteramente dedicado a Mozart o, mejor dicho, a sonatas y una fantasía de Mozart.Maria Joao tocó la preciosa Sonata en do mayor (París, 1978) y la escrita en la tonalidad de la menor KV 310 sustituyó a la anunciada en segundo lugar. Se trata de una de esas cotas en la producción mozartiana en las que el compositor supera lo insuperable: a sí mismo. Por más que todos tengamos en la memoria versiones egregias de esta página, ningún recuerdo vino a sustituir a la interpretación de la...

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Tras su actuación con orquesta, Maria Joao Pires ofreció el miércoles en el Auditorio Nacional un concierto enteramente dedicado a Mozart o, mejor dicho, a sonatas y una fantasía de Mozart.Maria Joao tocó la preciosa Sonata en do mayor (París, 1978) y la escrita en la tonalidad de la menor KV 310 sustituyó a la anunciada en segundo lugar. Se trata de una de esas cotas en la producción mozartiana en las que el compositor supera lo insuperable: a sí mismo. Por más que todos tengamos en la memoria versiones egregias de esta página, ningún recuerdo vino a sustituir a la interpretación de la Pires. En realidad, podría decirse esto de todo el programa, pues la Sonata en fa mayor no quedó atrás de los dos Schubert ofrecidos como propina. Esta constante relación Mozart-Schubert, tan grata a la pianista portuguesa, revela ya el refinamiento de su sensibilidad.

Festival Mozart

Maria Joao Pires, pianista. Sonatas y Fantasía de Mozart. Auditorio Nacional, 21 de junio.

El sonido maravilloso de Maria Joao Pires es su primera gran virtud: crearlo, cuidarlo extremadamente a través de un uso más magistral de los pedales pero sobre todo agotando las posibilidades de ataque dentro de una gama determinada, característica de su ideal sonoro. Cada acorde, atacado con perfecta simultaneidad, realza su valor, pues la pianista, sin quebrar el ligado, parece rodearlo de un aire expectante de'silencio. En cuanto al fraseo, la práctica de Maria Joao puede sustituir muchas lecciones teóricas.

Tiene potencia cuando la música la reclama, más condicionada por el carácter sonoro adecuado al estilo; luce una limpia virtuosidad, ágil, igualada en todos los aspectos, pero en todo momento sometida a la función musical y, por lo mismo, a la función afectiva.

Terminaron en Madrid las actuaciones de Maria Joao Pires y la despedimos con entusiasmo y un poco de tristeza. Menos mal que el Festival de Granada nos depara ocasión de escucharla de nuevo en el Concierto en la menor de Schumann.

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