Un juez de Estella autoriza una transfusión de sangre para salvar a un testigo de Jehová

Un juez de Estella (Navarra) autorizó a la dirección médica del hospital comarcal Jesús García Orcoyen, de la citada localidad, para que realizara una transfusión sanguínea a un testigo de Jehová que se encontraba en una situación crítica como consecuencia de una hemorragia. Tanto el paciente -empleado del centro sanitario-, que finalmente salvara su vida, como su familia se oponían a la transfusión.

Miguel Molina Amezqueta, de 33 años, casado y con una hija, estuvo entre la vida y la muerte, según testimonios de facultativos del hospital de Estella, al sufrir una grave hemorragia d...

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Un juez de Estella (Navarra) autorizó a la dirección médica del hospital comarcal Jesús García Orcoyen, de la citada localidad, para que realizara una transfusión sanguínea a un testigo de Jehová que se encontraba en una situación crítica como consecuencia de una hemorragia. Tanto el paciente -empleado del centro sanitario-, que finalmente salvara su vida, como su familia se oponían a la transfusión.

Miguel Molina Amezqueta, de 33 años, casado y con una hija, estuvo entre la vida y la muerte, según testimonios de facultativos del hospital de Estella, al sufrir una grave hemorragia después de haber sido intervenido quirúrgicamente.Una autorización judicial concedida por el juez de Estella a requerimiento de la dirección del centro sanitario para poder realizarle una transfusión sanguínea en caso necesario le salvó de la muerte, según ha manifestado el cirujano que le intervino, el doctor Lera. Este facultativo ha señalado que se solicitó la orden judicial por si la transfusión se hacía imprescindible.

Ni en peligro de muerte

Miguel Molina sufría una úlcera de estómago y los médicos le aconsejaron la intervención. Una vez internado, el paciente, dado su carácter de testigo de Jehová, religión que prohíbe las transfusiones de sangre como medio de curación, firmó un documento en el que exigía el compromiso del equipo médico de que éstas no le serían practicadas, ni en caso de peligro de muerte, debido a sus creencias.Los facultativos le expresaron la imposibilidad de acceder a su petición, aunque le aseguraron que respetarían su voluntad mientras fuera posible y su vida no corriera grave riesgo. Fuentes hospitalarias le ofrecieron la posibilidad de extraerle muestras de su propia sangre días antes de ser intervenido para que si en el proceso postoperatorio surgían complicaciones se le pudiera reaIizar una transfusión de su propia sangre, pero Miguel Molina se negó también a esta posibilidad.

Finalmente aceptó ser intervenido en el hospital de Estella. Al poco tiempo surgieron complicaciones, con una grave hemorragia que en poco tiempo le colocó en estado crítico, al borde de la muerte. Los médicos decidieron que requería una transfusión urgente para paliar la sangre que perdía, pero él seguía negánclose a ello al igual que parte de su familia, que, según el hospital, presionó fuertemente a los cirujanos intentando incluso el traslado del paciente a otro centro sanitario en el que respetasen su exigencia.

El doctor Lera señaló que fue entonces cuando se utilizó la autorización del juez y procedió a realizar una nueva intervención quirúrgica aplicándole una transfusión de sangre que le sacó del estado crítico en que se hallaba.

Miguel Molina se encuentra actualmente internado en la UCI del hospital estellés recuperándose de su dolencia. Aunque otra transfusión aceleraría su recuperacion, no es imprescindible, según los médicos que le atienden. El doctor Lera ha manifestado que no dejará morirse a ningún paciente "mientras pueda evitarlo" y ha reiterado que Molina "hubiera muerto si no le hacemos la transfusión".

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