Los precandidatos de Pinochet

Pablo Rodríguez, ex líder del grupo ultraderechista Patria y Libertad, que perpetró atentados contra el Gobierno de la Unidad Popular; Sergio Díez, ex embajador de Pinochet en la ONU, y Hernan Büchi, actual ministro de Hacienda, que en febrero escaló hasta la cumbre del monte Aconcagua, el techo de América, son los precandidatos de la derecha pinochetista para la elección presidencial del 14 de diciembre. Hasta ahora, Augusto Pinochet no ha mostrado preferencias públicas por ninguno de sus posibles deffines.

Rodríguez y Díez están en campaña desde hace dos meses, y Büc...

Pablo Rodríguez, ex líder del grupo ultraderechista Patria y Libertad, que perpetró atentados contra el Gobierno de la Unidad Popular; Sergio Díez, ex embajador de Pinochet en la ONU, y Hernan Büchi, actual ministro de Hacienda, que en febrero escaló hasta la cumbre del monte Aconcagua, el techo de América, son los precandidatos de la derecha pinochetista para la elección presidencial del 14 de diciembre. Hasta ahora, Augusto Pinochet no ha mostrado preferencias públicas por ninguno de sus posibles deffines.

Rodríguez y Díez están en campaña desde hace dos meses, y Büchi rechazó la postulación, mientras sus partidarios han reunido 30.000 firmas de apoyo buscando convencerlo para que se presente. El general Augusto Pinochet, que según la Constitución no puede presentarse como candidato presidencial, no ha mostrado preferencias por ningún candidato continuista. La derecha está dividida en la carrera para disputar la presidencia: la Unión Democrática Independiente (UDI) tiene las cartas de Búchi y Díez, mientras Renovación Nacional (RN), que busca distanciarse del régimen, no descarta al ministro de Hacienda o al presidente de su partido, Sergio Onofre Jarpa, aunque este últímo se niega y es objetado por la UDI. Avanzada Nacional (extrema derecha) postula a Rodríguez.

Pocas posibilidades

Pero, según las encuestas, ningún abanderado del régimen -que obtuvo un 43% en el plebiscito de octubre pasado- puede triunfar en una elección a dos bandas frente a Patricio Aylwin, Enrique Silva Cimma y Alejandro Hales, los principales precandidatos opositores. Aunque la oposición fuera dividida, como la elección será con segunda vuelta, si nadie obtiene mayoría absoluta, la opción de la derecha es también reducida en este caso.Díez y Rodríguez tienen, según la oposición, "tejado de vidrio" y han estado vinculados a las expresiones más extremas de la dictadura. Por este motivo y porque puede, concitar el apoyo de RN, de la UDI y de los empresarios, el ministro Büchi aparece con más posibilidades, pese a su rechazo inicial a la candidatura. Büchi, un ingeniero de 39 años, doctorado en Administración en Columbia, converso de un pecado juvenil izquierdista, amante del footing diario, funcionario del régimen desde 1975 y conductor de la recuperación de la economía como ministro desde 1985, afirmó que "hay otras personas más capacitadas" para ser candidatas.

La Prensa derechista ha explotado la afición por los deportes y la vida austera de Büchi. Aunque el ministro es reservado, se conoce su dieta preferida -yogur, frutas, agua mineral, carne a la plancha-, su rechazo al alcohol y a los cigarrillos y el hecho de que devuelve las dietas de sus gastos de representación. Es la encarnación del tecnócrata exitoso y un ardiente defensor de la econornía neoliberal.

Díez, un abogado de 63 años, ex senador, defendió a la dictadura frente a las acusaciones de violaciones de los derechos humanos. "Sostuvo en la ONU que muchos detenidos desaparecidos eran nombres ficticios, personas que no existían. Dijo que el ex campeón nacional de ciclismo Sergio Tormen no existía", recordó el abogado Roberto Garretón, de la Vicaría de la Solidaridad. Díez ha afirmado que se retirará si así se une la derecha.

Aunque Rodríguez, un abogado de 51 años que se define como "nacionalista, antiimperialista, antioligarca y anticlerical", jamás ocupó un cargo de gobierno, algunos ex militantes de Patria y Libertad han sido denunciados como torturadores. Avanzada Nacional, el partido que lo respalda, es financiado por la Central Nacional de Informaciones (CNI, la policía secreta), según la oposición. Un dirigente de este partido, Julio Corbalán, fue jefe de la CNI y con el alias de Álvaro Valenzuela dirigió tres acciones en las que fueron muertos 17 militantes izquierdistas.