TRAGEDIA, DISTENSIÓN Y 'PERESTROIKA'

Un terremoto arrasa la segunda ciudad de Armenia

AGENCIAS Un día después de que la República Socialista Soviética de Armenia fuera sacudida por el mayor terremoto de los últimos 80 años, que alcanzó los 10 grados de la escala de Mercalli -sobre un máximo de 12-, el número de víctimas mortales sigue sin poder determinarse debido a la destrucción masiva de edificios cuyos escombros pueden esconder aún numerosos cadáveres, pero fuentes oficiales indicaban ayer que superaba ampliamente la cifra de 50.000 y que podría llegar a los 100.000. Leninakán, la segunda ciudad de Armenia, con 300.000 habitantes, ha quedado destruida en más de un 50%, mien...

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AGENCIAS Un día después de que la República Socialista Soviética de Armenia fuera sacudida por el mayor terremoto de los últimos 80 años, que alcanzó los 10 grados de la escala de Mercalli -sobre un máximo de 12-, el número de víctimas mortales sigue sin poder determinarse debido a la destrucción masiva de edificios cuyos escombros pueden esconder aún numerosos cadáveres, pero fuentes oficiales indicaban ayer que superaba ampliamente la cifra de 50.000 y que podría llegar a los 100.000. Leninakán, la segunda ciudad de Armenia, con 300.000 habitantes, ha quedado destruida en más de un 50%, mientras que Spitak, donde se alojaban gran cantidad de refugiados armenios huidos de la vecina república de Azerbaiyán, ha quedado completamente destruida.

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La agencia armenia Armenpress cifró ayer en 50.000 el número de muertos a causa del terremoto, aunque indicó que podrían llegar a ser 100.000 las personas fallecidas, pues no se puede saber cuántas personas se encuentran atrapadas bajo los escombros de los edificios.El seísmo, que se produjo a las 11.41 hora local (8.41 hora peninsular española) del miércoles, afectó principalmente al norte de la República Socialista Soviética de Armenia, y en especial a las ciudades de Leninakán, Spitak, Kirovakán y Stepanaván. Más de la mitad de los edificios de Leninakán, la segunda ciudad de Armenia tras la capital, Eriván, han quedado destruidos. Asimismo, la pequeña localidad de Spitak, situada a medio camino entre Leninakán y Kirovakán, ha dejado de existir, pues sólo algunas casas de una sola planta permanecen en pie.

En Leninakán, según el corresponsal de Komsomolskaya Pravda, el terremoto cogió a numerosos niños en sus colegios y varios soldados tuvieron que rescatar a más de 50 colegiales de entre los escombros, si bien algunos estaban aún con vida. Según este corresponsal, todos los edificios de más de dos pisos quedaron destruidos.

No es la primera vez

En Spitak, que normalmente no tiene más de 20.000 habitantes, se habían instalado decenas de miles de armenios huidos de Azerbaiyán tras los últimos enfrentamientos étnicos, por lo que en el momento del temblor la población flotante era mucho mayor, si bien se desconoce su número. Esta no es la primera vez que Armenia sufre un terremoto. En 1977, Leninakán fue la ciudad más afectada por un seísmo de siete grados de intensidad en la escala de Mercalli.

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Las tareas de rescate se ven dificultadas por la destrucción total de la línea férrea que une Leninakán y Spitak con Eriván. También las carreteras han quedado destruidas y los camiones y autobuses que circulan entre estas localidades y Eriván lo hacen por caminos alternativos.

El portavoz del Ministerio de Exteriores de la URSS, Vadim Perfiliev, confirmó ayer en Moscú la destrucción de Leninakán y Kirovakán, así como la de 40 kilómetros de línea férrea, si bien no quiso hacer predicciones sobre el número de muertos. Perfiliev añadió que también se habían producido daños en las vecinas repúblicas de Georgia y Azerbaiyán, si bien no especificó en qué consistían.

La agencia Tass dijo ayer que más de 12.000 trabajadores, funcionarios y estudiantes habían sido enviados a las localidades afectadas y que los sindicatos habían proporcionado más de 50.000 camas para los heridos Una comisión gubernamental encabezada por el primer ministro de la URSS, Nikolai Rishkov, se encuentra ya en la zona de la catástrofe. El ministro de Defensa de la URSS, genera Dmitri Yazov, forma también parte de esta comisión.

El Ejército colabora activa mente en el rescate y ayuda a la víctimas del seísmo. El hecho d que Armenia sea zona fronteriza con Turquía e Irán y la vigencia del toque de queda en mucha ciudades explica que no haya sido necesario trasladar tropas de otras zonas de la URSS.

De repúblicas como Bielorrusia y Ucrania se han enviado medicamentos, tiendas de campaña, grupos de médicos y equipos para hospitales. Los mejores especialistas y cirujanos de Moscú han salido hacia Armenia para reforzar la asistencia médica, mientras en Eriván todo el personal sanitario ha sido movilizado y trabaja en turnos de 24 horas.

Ciudadanos de muchas repúblicas se han ofrecido a adoptar niños que hayan perdido a sus padres en la tragedia, según Armenpress, y en Eriván se han formado largas colas para donar sangre.

El Comité Central del Partido Comunista de Armenia celebró ayer una reunión para centralizar toda la información sobre la situación en las áreas más afectadas, a la que asistió Rishkov.

La central nuclear que se halla a 29 kilómetros al este de Eriván, la capital armenia, no fue afectada por el seísmo, que registró en esa zona una intensidad de cinco grados en la escala de Mercalli. Según la agencia Tass, las instalaciones de la central fueron construidas para resistir terremotos y no ha sufrido "ninguna fisura". Tass añadió que las instalaciones funcionaban ayer con toda normalidad. El Organismo Internacional para la Energía Atómica, con base en Viena, anunció ayer que había sido informado por las autoridades soviéticas de que la planta no había sido afectada. Precisamente la central nuclear de Eriván había levantado una gran polémica entre la población, hasta el punto de que el secretario del Partido Comunista Armenlo, Suren Arutiunian, habían anunciado su cierre para 1991.

El terremoto afectó también a la región turca de Kars, junto a la frontera soviética. Más de 1.000 personas de esta remota zona rural turca perdieron su vivienda, y al menos cuatro personas murieron.

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