Solchaga acusó al PNV de 'calentar nacionalismos' y defendió el carácter social del presupuesto

EL PAÍS, El ministro de Economía y Hacienda, Carlos Solchaga, respondió ayer con especial dureza al portavoz del Grupo Vasco, Eduardo Vallejo, rebatiendo los planteamientos del diputado del PNV sobre escasa inversión pública en el País Vasco y acusándole de "calentar aspiraciones nacionalistas de viejo estilo". El Pleno del Congreso de los Diputados concluyó, con escasa asistencia, el debate de las enmiendas a la totalidad del proyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado para 1989 con la votación final favorable al texto por 174 votos contra 119.

A lo largo de todo el debate, Ca...

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EL PAÍS, El ministro de Economía y Hacienda, Carlos Solchaga, respondió ayer con especial dureza al portavoz del Grupo Vasco, Eduardo Vallejo, rebatiendo los planteamientos del diputado del PNV sobre escasa inversión pública en el País Vasco y acusándole de "calentar aspiraciones nacionalistas de viejo estilo". El Pleno del Congreso de los Diputados concluyó, con escasa asistencia, el debate de las enmiendas a la totalidad del proyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado para 1989 con la votación final favorable al texto por 174 votos contra 119.

A lo largo de todo el debate, Carlos Solchaga respondió con dureza a los distintos portavoces e insistió en el carácter social del proyecto, en su empeño de mantener la inflación bajo control y en que el aumento de los gastos es "imprescindible para mejorar los servicios y las infraestructuras públicas". Solchaga tuvo enfrentamientos especialmente duros con los representantes del Partido Nacionalista Vasco (PNV), Partido Liberal e Izquierda Unida.Aumenta el gastoEl ministro reconoció que los presupuestos de 1989 tenían un carácter más expansivo que los de años anteriores y los justificó aduciendo las necesidades de inversión del Estado y afirmó que "es imposible un presupuesto con menos impuestos y más servicios".

Eduardo Vallejo, en representación del Grupo Vasco, centró sus críticas en lo que calificó "una insuficiente acción en la creación de empleo y discriminación negativa de la distribución de inversión pública, en Euskadi". Vallejo se quejó de la escasa inversión del Estado en el País Vasco y recordó los tiempos de agravio hacia las provincias consideradas "traidoras y castigadas". El ministro acusó al diputado peneuvista de "calentar aspiraciones nacionalistas de viejo estilo". Solchaga añadió que industrias como Altos Hornos de Vizcaya hubieran quebrado hace años sin la solidaridad del Gobierno. "Este es un regalo", recalcó, "de los contribuyentes españoles que ustedes no quieren ver".

El presidente de la Democracia Cristiana, Javier Rupérez, atacó el proyecto del Gobierno, calificó los presupuestos de "continuistas, contradictorios y faltos de sensibilidad social" y criticó las previsiones económicas del Gobierno -"no han dado ni una", dijo-. Solchaga le contestó con cierta ironía, comparando la intervención de Rupérez con "un coro de angeles".

José Antonio Segurado, presidente del Partido Liberal, atacó el aumento de los gastos del Estado, la presión fiscal creciente y la falta de información en los presupuestos, que calificó de "un instrumento inadecuado de política económica".

El portavoz de Izquierda Unida, Nicolás Sartoruis, realizó una crítica al modelo económico que propone el Gobierno en sus presupuestos, al que calificó de "incapaz de generar empleo, dependiente del exterior, especulativo y de altísimos costes sociales". Añadió que la credibilidad- del Gobierno era nula, que había roto las alianzas naturales con los sindicatos y llegó a hablar de "atraco al bolsillo de ocho millones de españoles". Solchaga salió, una vez más, en defensa del carácter social de los presupuestos y criticó la postura de los sindicatos que no entienden la moderación salarial.

Cerraron el pleno los diputados del Grupo Mixto Ramón Tamames, Ignacio Oliveri y Jon Larrinaga, que mantuvieron la misma línea crítica.

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